Comienza la cumbre de los jefes de Estado del G5 Sahel en Chad para analizar el yihadismo

Igualmente, En esta cumbre, el presidente de Chad asumirá la presidencia durante un año del G5 Sahel, en sustitución del jefe de Estado de Mauritania, Mohamed Ould El-Ghazouani.

Comienza la cumbre de los jefes de Estado del G5 Sahel en Chad para analizar el yihadismo

El grupo G5 Sahel (integrado por Níger, Mauritania, Burkina Faso, Mali y Chad) empezó hoy en Yamena su séptima cumbre de jefes de Estado en la que analizará la situación de seguridad de esta región de África azotada por el yihadismo y los conflictos intercomunitarios.
«Las poblaciones de la región del Sahel que viven los horrores diarios de los ataques terroristas esperan de todos nosotros acciones concretas y pragmáticas que mejoren la situación de seguridad sobre el terreno», dijo el presidente de Chad, Idriss Déby, en el discurso de apertura de la cumbre.

La región del Sahel se enfrenta a una crisis multifacética debido al yihadismo (tanto de grupos aliados a Al Qaeda como al Estado Islámico), los conflictos intercomunitarios, el cambio climático, la inseguridad alimentaria y la pobreza, entre otros.
«La miseria y la inseguridad material alimentan y fertilizan el caldo de cultivo del terrorismo y del radicalismo violento en nuestro espacio», aseguró Déby, quien señaló que los jóvenes eligen «por desesperación» el «campo del mal».

Por eso, «nos corresponde a nosotros crear las condiciones necesarias de bienestar social para sacarlos de las garras de monstruosas organizaciones terroristas», indicó el presidente chadiano.

«En este sentido, la financiación de programas y proyectos de desarrollo es un imperativo de primer orden porque cualquier oportunidad socioeconómica creada es un arma de destrucción del terrorismo que así se desarrolla», añadió Déby.

Las estrategias para estabilizar el Sahel se han focalizado principalmente en las misiones militares.
En 2013, la operación militar francesa Serval en Mali permitió bloquear el avance de los yihadistas, pero su continuación bajo el nombre Barkhane y con alcance en el Sahel occidental -junto a la misión de Naciones Unidas (MINUSMA) y las tropas de la alianza regional G5 Sahel- no ha impedido la expansión del yihadismo en este país, ni tampoco en el sudoeste de Níger y el norte y este de Burkina Faso.

El pasado 1 de febrero, el International Crisis Group (ICG) advirtió de que las misiones militares internacionales desplegadas para estabilizar el Sahel no acabarán por si solas con el yihadismo y sugirió cambiar ese enfoque y pasar a centrarse en el diálogo con la población y los insurgentes, proporcionar servicios sociales – como salud y educación- y realizar reformas fiscales.

Por su parte, el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores, Defensa y Fuerzas Armadas del Senado francés, Christian Cambon, aseguró el pasado día 9 que la Operación Barkhane, activa desde 2014, «ha logrado muchos éxitos tácticos» y que «muchos líderes yihadistas han sido neutralizados».
A esta cumbre también asisten los presidentes de Ghana, Nana Akufo-Addo (presidente de turno de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental, CEDEAO); y de Senegal, Macky Sall, cuyo país aporta tropas a la MINUSMA.

El presidente francés, Emmanuel Macron, que en un principio anunció su presencia en la capital chadiana, finalmente participará en la conferencia de forma telemática desde París.
En esta cumbre, el presidente de Chad asumirá la presidencia durante un año del G5 Sahel, en sustitución del jefe de Estado de Mauritania, Mohamed Ould El-Ghazouani.

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