La directora general de Farmacias y Aprovisionamiento, Joana Bokobo, ha iniciado este martes con la segunda ronda de visitas a las farmacias. La primera ronda tuvo lugar en los meses de febrero y marzo, con el objetivo de sensibilizar a los propietarios y los farmacéuticos con el fin de cumplir con la normativa del Ministerio de Sanidad en cuanto a conservación y dispensación de medicamentos.
La expedición exige mejores condiciones de conservación de medicamentos, personal cualificado, facturas de compra de medicamentos para evitar que la población consuma fármacos de dudosa procedencia; también exige títulos y homologación de los mismos para el personal expatriado. Durante la inspeción, se ha notado que muchas enfermeras que trabajan en los hospitales son las que más llevan la gestion de muchas de las farmacias cutres de Malabo, aplicando servicios no recomendados por la ley.
Las impresiones no son positivas, porque “en esta segunda ronda de visitas nos estamos dando cuenta que el grado de cumplimiento, de las medidas recomendadas en la Ley N.º 3, es muy bajo. Algunas farmacias que vendían medicamentos caducados, los que dispensaban con un personal no cualificado y los que no tenían medios de acondicionamiento no han modificado en absoluto su comportamiento. Medicamentos mal conservados, estanterías de madera, farmacéuticos sin batas, medicamentos sucios; son farmacias que se debe cerrar automáticamente porque son un peligro para la sociedad”, ha denunciado Joana.
“Nos vemos obligados a precintar estas farmacias”, por ejemplo, la «Farmacia Ballares» donde el farmacéutico es nigeriano, sin el título homologado, las condiciones de conservación de medicamentos son pésimas, varios medicamentos caducados y otros de dudosa procedencia. “Vamos a precintar automáticamente todas las farmacias que están cometiendo esas faltas para la salud pública”, ha sentenciado la directora de Farmacias.
Joana Bokobo insta a los farmacéuticos a leer la ley, porque se está encontrando con mucha gente con las escusas de que no sabían lo uno y lo otro, y aun teniendo la ley no son capaces de ponerla en práctica. Los que serán precintados en esa ronda de visitas, para volver a abrir, tendrán que empezar de nuevo con el proceso legal, acondicionando su farmacia para poderle permitir su apertura. Además de las sanciones económicas y penales “vamos a aplicar la ley”.
La ronda de visitas durará dos meses, después de la isla de Bioko se trasladarán a la Región Continental.