Cada día 02 de noviembre la comunidad cristiana conmemora la festividad de los difuntos. Aun sumergidos en plena crisis sanitaria, los habitantes de Malabo han acudido al cementerio Municipal de Elá Nguema a primeras horas de hoy para visitar, limpiar, rezar y rendirle un tributo a sus seres difuntos. La multitudinaria presencia de los ciudadanos a las lápidas ha conllevado a que el aforo sea controlado en el recinto por agentes de la corporación municipal.
Lo habitual, en esta jornada era ver flores recientes sobre los sepulcros, y unas lápidas tan relucientes, igual que cualquier otro año por estas fechas.
Con lágrimas, algunos visitantes han podido confesar lo que sienten al visitar de nuevo el lugar donde descansa su ser querido, al tiempo que otros por medio de las lágrimas y silencio transmitían sus sentimientos: “todavía no me lo creo, tengo tantas preguntas que quiero hacer a mi madre que hace un año nos dejó”, lamenta una chica de 19 años, “a veces viene bien visitar la tumba donde descansa tu ser querido ya que, habitualmente la gente se encuentra con alguna que otra la sorpresa, gracias a Dios hoy el ayuntamiento nos ha abierto las puertas sin complicación de hecho, hemos aprovechado limpiar todo el recinto donde descansa nuestro padre” decía otro.
Sobre las primeras horas de esta mañana, los diferentes comerciantes de artículos como flores y velas han montado un pequeño mercadillo en las afueras del Cementerio Municipal de Elá Nguema.
El horario de las visitas sigue al corriente, inclusive según fuentes del Ayuntamiento, las mismas continuarán a lo largo de la semana.