La alcaldía de Malabo autoriza la reapertura de las carnicerías

Después de unos días de haberlas precintado por presunta desobediencia del gremio de comerciantes de ganado, hoy ambas partes han llegado a un consenso.

La alcaldía de Malabo autoriza la reapertura de las carnicerías

En la reunión de hoy en el ministerio del Interior y Corporaciones Locales, la alcaldía de Malabo a cargo de Mª Coloma Edjang Mbengono, ha llegado a un acuerdo con los comerciantes de ganado de cebúes y venta de carne fresca de la ciudad de Malabo.

La reapertura de estos locales, a cambio de que sus dueños en un plazo de una semana presenten un plan de acción sobre cómo a partir de la fecha gestionarán sus ganados a fin de que no se vuelvan a repetir imágenes como las que se han visto en las calles de la capital de Malabo de manadas de cebús deambulando por las calles sin pastor alguno, hasta un incidente de un choque entre un vehículo y uno de estos animales que se saldó con el destrozo del vehículo y la muerte del mamífero.

La semana pasada, este gremio fue convocado por la alcaldía en una reunión que no se presentaron “por no haberse enterado de la convocatoria”, según han manifestado a la alcaldesa en la jornada de hoy, a lo que pidieron perdón a la casa consistorial y a la población de Guinea Ecuatorial.

Tanto Cissé como Abdoulaye, súbditos malienses que han hablado en representación de este gremio, han asegurado que hablarán en nada con sus compatriotas para que los que no tienen toda la documentación de su actividad comercial en regla, lo hagan dentro del plazo que les ha dispuesto la alcaldía; al tiempo que han pedido que el gobierno municipal pueda gestionarles un terreno lejos de la urbe donde puedan cercar a sus animales, petición que ha sido bien vista por Mª Coloma Edjang Mbengono junto con el asesor jurídico del ayuntamiento y otras autoridades del mismo.

Al término del encuentro, ambas partes han llegado a un entendimiento mutuo que ha desembocado en el mandato de la alcaldesa en que se reabran todas las carnicerías que habían sido precintadas para que la población que ya empezaba a mostrarse impaciente pueda volver a consumir carne fresca de cebú y de cava en la ciudad de Malabo.

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