Algunas zonas del barrio Los Ángeles se alivian de los malos olores producidos por las aguas residuales

La Comisión de Limpieza y Adecentamiento de Malabo que preside Francisco Pascual Obama Asue ha tomado un nuevo impulso.

Desde que comenzara en el pasado mes de febrero el Programa de Limpieza y Adecentamiento en esta ciudad capital, en los últimos días, Malabo está teniendo una vista diferente a la acostumbrada por los habitantes de la misma, calles limpias, cielos libres de cableados, fachadas pintadas de manera uniforme y árboles plantados, como debería verse una metrópoli.

El primer ministro de Gobierno, encargado de la reforma administrativa, inició su jornada laboral en el barrio Los Ángeles, donde las obras para solventar el problema de las redes de saneamiento están prácticamente finalizadas.

“La conexión viene desde las casas de arriba. Obligatoriamente hemos tenido que crear una nueva línea con acceso  para la nueva conexión de las instalaciones hechas por el Gobierno. Se nota que el mal olor ya no se percibe, el agua tiene su destino y ya se pueden beneficiar los demás que quieran canalizar sus aguas, ya tienen cómo hacerlo a través de esta nueva conexión”, informó Marcelo De Oliveira Albes, director técnico de 2TH Mundo S.L., empresa encargada de esa obra.

Por su parte, la población residente en ese popular barrio, y principal beneficiaria de estos resultados, mostró su agradecimiento al Gobierno. “Este trabajo ha sido la mano de Dios que ha caído sobre el primer ministro y nos ha venido a hacer este trabajo. No era solo para mi casa, se ha descubierto otra gente que se ha aliviado por esa llegada de la Comisión. Muchísimas gracias, yo no sé cómo agradecer al Gobierno, muchas gracias. El Gobierno es nuestro todo, Dios arriba, Gobierno aquí en la tierra”(sic), expresó Antera Secundina Nameban, residente del barrio Los Ángeles.

Los Ángeles, uno de los barrios más populares de Malabo, viene arrastrando un preocupante problema con el alcantarillado de sus viviendas, al ser unas casas que datan desde la época colonial, las instalaciones de saneamiento son obsoletas. En ocasiones, caminar por los alrededores de ese barrio  puede llegar a ser molesto, por el olor que se desprenden de esas aguas.

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