Los empleados de Martínez Hermanos están de Huelga por el cambio de horario

La huelga ha comenzado a primeras horas de esta mañana y antes del mediodía la mayoría de los trabajadores del supermercado ya se encontraban frente al palacio del pueblo en busca de alguien que les escuche.

Este viernes, los empleados ecuatoguineanos de la cadena de supermercados Martínez Hermanos se niegan a trabajar. Todos  uniformados como un día laboral cualquiera se han acumulado frente al edificio de Martínez Hermanos exigiendo que se les escuche.

Exigen un horario de trabajo por turnos si la empresa ha decidido cumplir con el mandato del vicepresidente de mantener los locales abiertos durante todo el día. También exigen a los directivos de la firma considerar los derechos que tienen como trabajadores entre otras cosas; la revisión de sus salarios y las condiciones labores con las que trabajan.

«Tratan a los empleados como unas ratas», decía furiosa una empleada entre el gentío. «Esa gente cree que son listas».

Como mandata el gobierno, a partir del 1 de enero de 2023, el horario de los supermercados es desde las 8:00 de la mañana hasta las 19:00 de manera ininterrumpida, lo que suma 3 horas más a su horario de trabajo habitual.

Ante esta realidad y la queja de los empleados, el Director de Marketing de Martínez Hermanos ha explicado a nuestra redacción el plan de trabajo establecido al respecto: «Hemos estructurado para que cada empleado siga con las 8h indicadas o que venían cumpliendo. En el programa actual, algunos tendrán jornada continua. Otros tendrán jornada partida. Y después de un tiempo se hará una rotación para que todos participen. Aseguramos el cierre de las puertas a las 19:00 de la tarde»

El representante de Martínez Hermanos pide la colaboración de los empleados para asumir este nuevo reto: «Seguimos pidiendo colaboración. Y estudiando que sistema es mejor para tener menos empleados trabajando entre la 13h y las 16:00 y el máximo en horas puntas»

Entretanto que los empleados se encontraban fuera de la empresa, en el interior se podía percibir la anomalía. En las cajas estaban facturando los mismos directivos y unos cuantos empleados uniformados que ni llegaban a cinco, los carros de compra para rellenar los estantes estaban desparramados por los pasillos de manera descontrolada, varias estanterías de pastas, productos enlatados se encontraban vacíos, la parafarmacia del supermercado precintado impidiendo el acceso al interior a los clientes, la zona de los embutidos vacía y sin nadie que atendiera a los clientes.

Pasadas las 10 de la mañana, los empleados de la sucursal de Martínez central se dirigían  hasta el palacio del pueblo, con la esperanza de hablar con el vicepresidente de la república, Nguema Obiang Mangue, ya que fue quien medió la primera polémica con la directiva del supermercado.

Salir de la versión móvil