Después de varios días esperando la respuesta y la aparición del responsable de la basura acumulada en las calles de Malabo, el director general del Servicio de Limpieza y Recogida de Basura, Federico Ngui, se ha animado a comparecer con el fin de «esclarecer, explicar e informar a la población sobre la situación de la limpieza, dificultades y sobre todo el esfuerzo que se está haciendo para efectivamente mantener el nivel».
Como consecuencia de la acumulación de residuos en las calles de Malabo, Federico alega el crecimiento poblacional en los barrios, la distancia en el que se encuentra el vertedero, además de otras dificultades operacionales, es decir, maquinaria en general.
«Para recoger la basura en Malabo no lo hacemos con las carretillas ni con las palas, lo hacemos con material rodante; cubos que se tienen que colocar en función a la demanda real de cada zona residencial, son material perecedero si esto coincide con la temporada de alta producción.
Tenemos dificultad de contenedores de basura en las vías públicas, camiones, tractores, maquinaria en general, es obvio que en la temporada alta se vea acumulación de basura porque no llegamos a tiempo y las dimensiones del territorio residencial de Malabo y la distancia donde hay que depositar la basura. Anteriormente, la basura se dejaba al lado de la carretera de Sipopo, donde están hoy las viviendas sociales, hoy en día llevamos la basura a 40 kilómetros, es decir, 20 de ida y 20 de vuelta».
El Servicio de Limpieza dependiente del Ministerio del Interior y Corporaciones Locales se crea en el año 2014, después del acuerdo mutuo entre el Gobierno y la empresa “Guinea Limpia”, la cual tenía adjudicado el contrato de la Recogida de Basura en varias ciudades del país.
Este departamento tiene una asignación económica de 4. 644 millones XFA en los Presupuestos Generales del Estado, sin embargo, en los últimos meses del año 2022 y principio de 2023 se está dando una situación insoportable en los barrios y calles de Malabo por la acumulación de basura, mientras los responsables siguen alegando falta de material, pero sí creen que Malabo sigue siendo una ciudad limpia.
«Como saben, desde el mes de octubre el país ha estado de fiestas, por la campaña y las elecciones y eso ha traído mucha basura porque la gente estaba contenta y consumía, luego llegaron las fiestas de Navidad y Fin de Año. Venimos trabajando desde 2014 como servicio público. A partir de 2015 se empieza a reconocer a Malabo como la ciudad más limpia de África. Puedo garantizar y asegurar que en aquel entonces ya funcionaba el Servicio de Limpieza y Recogida de Basura, cuando se reconocía a Malabo como tal, es porque había un servicio y es el que sigue habiendo hasta ahora; son cuestiones coyunturales. En la vida hay altibajos y hay momentos que las cosas se mantienen», aclara Ngui.
Federico Ngui reconoce las dificultades que atraviesa la población con el tema de basura, precisamente su departamento mantuvo un encuentro el 7 de enero para analizar la situación, conocer el porqué se están dando ciertas circunstancias y sobre todo motivar a los empleados y concienciarles en asumir el compromiso de recuperar la imagen de la ciudad capital. «Esto sin ninguna duda lo tenemos que hacer con los recursos disponibles, no vamos a empezar a llorar del pasado, tenemos que vivir el presente para mejorar el futuro».
De acuerdo a ese encuentro, el director ha revelado que han diseñado un plan de emergencia que les obliga a variar la rutina. Para este año 2023 «vamos a adoptar a partir del 11 de enero el cambio de horarios, porque los equipos que manejamos hoy en día entorpecen la vía pública durante el día. Hemos adoptado un plan de recogida el cual comenzará a las 9 de la mañana hasta las 4 de la tarde, eso para el primer turno y el segundo turno estará entrando desde las 9 de la noche hasta las 4 de la madrugada. Este último será el más importante, ya que como tenemos material no apropiado, como tractores, camiones volquetes que obstaculizan la circulación».
A pesar de ese plan, a la Dirección General de Recogida de Basura le preocupa el poco compromiso de sus trabajadores locales; «hoy en día tenemos muchos compañeros locales, la gente cree que limpiar la basura es una cosa cualquiera porque culturalmente la basura es cualquier cosa, pero para los técnicos del sector no lo es, no es un trabajo fácil, porque tiene muchos riesgos.
Es importante que nuestros empleados tengan una vocación medioambiental de querer ver las calles limpias y no venir aquí porque queremos cubrir un gasto al final del mes. Les hemos sensibilizado porque el reglamento interno del Servicio de Limpieza da derechos y obligaciones, nosotros como responsables del sector tenemos que dar una cultura al empleado que venga aquí a trabajar con la cultura y vocación de un barrendero y no alguien que viene a pasar el tiempo. Tenemos a gente que no quiere despertarse a las 5 de la mañana y no quiere trabajar los domingos mientras la basura se genera todos los días».
Dentro del nuevo plan, el departamento quiere involucrar también a todas las partes interesadas sobre la limpieza en el país para fomentar la cultura de limpieza, e insiste que los productores de la basura tienen su parte de responsabilidad. Ngui ha insinuado que algunas empresas tienen contrato con el Gobierno sobre el mantenimiento de algunos emplazamientos y lugares públicos los cuales producen y recogen la basura, pero que habría que saber dónde la desechan.
«Cuando digo que este año queremos involucrar a todas las partes interesadas me refiero a la población que efectivamente quiere más limpieza y mejores condiciones de vida en sus barrios, ellos también tienen una gran parte de responsabilidad, los niños no están para tirar la basura. Según las condiciones que estamos observando, los padres, madres y hermanos mayores delegan a los niños de 4 o 5 años a tirar la basura. No queremos denunciar a nadie, pero son aspectos que tienen que ver para acreditar un servicio de calidad.
Las empresas comerciales que operan en el país echan su basura en las vías públicas, en los cubos municipales, cosa que es inconcebible en otros países. Si queremos tener una gestión de limpieza acorde a las exigencias, una empresa privada debe tener un punto limpio en su recinto, si no tiene otra alternativa, puede alquilar un camión o llamar al servicio especial de municipalía para que venga a deshacerse de la basura y debe pagar un impuesto al gobierno municipal por este servicio. Y como no quieren pagar por la basura que producen, deliberadamente la colocan como si fueran residuos de un barrio y no debe ser así», aclara el director general del Servicio de Limpieza y Recogida de Basura.