La empresa EGTC aclara y presenta pruebas de lo sucedido con los exempleados que denunciaron un despido injusto

El director comercial de Marketing de la empresa de importación de productos de consumo ha relatado cómo se han desarrollado los hechos, hasta extender la carta de despido a los ciudadanos que hasta hace dos meses formaban parte de su personal.

Tras las dos denuncias presentadas por José Nsue y Raúl Owono a este medio digital a lo largo de esta semana, dos representantes de la empresa han salido al paso para esclarecer lo acontecido con los despidos de estos empleados.

El director de Marketing, quien venía en calidad de representante de la firma, confirma que el despido de los empleados se debió a una reestructuración interna de la empresa ya que la parte comercial de EGTC en Malabo no está activa. «Los despidos son malos, pero son necesarios y este era necesario para la empresa».

Según ha testificado el representante de EGTC, la empresa contrató los servicios de Raúl Owono como agente comercial en el año 2019 y los de José Nsue en el año 2018 como jefe de Marketing para crear estrategias para mejorar el marketing de EGTC en la ciudad de Malabo; al tratarse de una región competitiva y que necesita más publicidad para hacer sus servicios más atractivos a la clientela, pero desde la contratación de los empleados no se han visto mejoras «seguimos como al principio».

El pasado mes de diciembre se notificó mediante una carta a los empleados las razones de su despido en el periodo que estipula la ley y se remitió al Ministerio de Trabajo toda la documentación necesaria, para calcular las liquidaciones que les corresponden por ley y hacerles entrega. Como pruebas, la empresa ha aportado las notificaciones particulares que extendieron a sus empleados el pasado 31 de diciembre, los certificados de trabajo y un documento en el que desglosan el finiquito laboral total (vacaciones, la antigüedad, las pagas extras de octubre y navidad, el preaviso y la indemnización) que liquidaron a cada uno de los trabajadores (2.854.007 XAF para Raúl Owono, el agente comercial, y 4.721.667 XAF para José Nsue, el jefe de marketing).

Desde EGTC consideran que, teniendo en cuenta que han pasado casi ya dos meses desde el despido, se trata de «un problema personal» de los denunciantes que están heridos y resentidos por la pérdida de su empleo, y que en todo caso deberían remitir las quejas al Ministerio de Trabajo para encontrar soluciones a la problemática. En definitiva, que la denuncia realizada por un asunto personal no tiene porqué afectar a la empresa ya que ésta ha procedido conforme a la ley garantizando que ambas partes salgan de esta situación lo mejor posible.

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