Niños, jóvenes, mayores, todos con voces de alabanza, este es el aspecto que presentaba el estadio La Paz de Malabo en el último día de cruzada del profeta Jefree. Un día dedicado exclusivamente para liberaciones; llegaban personas con diferentes problemas siendo atendidas por el joven profeta.
Antes de iniciar su trabajo, el profeta Jefree hizo evidente sus palabras: «Yo trabajo dependiendo de la fuerza que recibo de Dios». De hecho, pidió a los presentes orar y dar gracias a Dios por lo que ha hecho, hace y seguirá haciendo por ellos.
Cada minuto, llegaba más gente para asistir y ver las maniobras que hacía el joven profeta. Algunas personas traían agua, sal y aceite para la bendición, mientras que otras traían documentos personales, expedientes, fotografías para que Jefree orase por estos materiales.
El profeta pidió a la muchedumbre dividirse en grupos dependiendo de la necesidad de cada uno: enfermos, desempleados, personas con malos espíritus, jóvenes con deseos de tener hijos, gente con deseos de matrimoniarse.
Todos han sido tratados y algunos se fueron satisfechos por lo que hizo el profeta Jefree en este último día de cruzada. Algunas de las personas que no creían en su trabajo, también regresaron a sus casas satisfechos por lo que vieron.
Posteriormente, el joven profeta reiteraró que realizará una gira por todo el país.