Incertidumbre, esa gran desconocida que en ocasiones nos sorprende más para bien que para mal

Elisabeth Michá habla de la modernidad de lo incertidumbre.

En los últimos tiempos, la humanidad ha vivido una serie de acontecimientos inesperados que, de manera sorpresiva, ha provocado gran conmoción y reacción de las que no hemos sabido volver al cauce real de la vida.

Atrás estamos dejando una pandemia que, sin clemencia, ha arrasado con parte de la humanidad sin previo aviso, pero de la que nos estamos reponiendo día tras día.

Cierto es, que no todos los seres humanos se recuperaran emocionalmente de la misma manera, pues en ocasiones, disponemos de pocos recursos psicológicos que nos pueden ayudar a lidiar con las situaciones.

Tenemos a nuestras espaldas la agenda 2030 pisándonos los talones, con 17 objetivos para el desarrollo sostenible, que plantearon y se comprometieron a llevar a cabo más de 2000 líderes mundiales. La pregunta es la siguiente ¿El resto de los mortales, no líderes mundiales, ni dirigentes de grandes corporaciones, ni exitosos empresarios, estamos de acuerdo con esos 17 objetivos?

A lo largo de la historia, hemos vivido acontecimientos en los cuales, la realidad de las cosas, estaba más que distorsionada, trayendo consigo, situaciones desastrosas. Sin ir más lejos, hace décadas atrás, el mundo se hizo eco de que en un país X, habían armas de destrucción masiva, cuya búsqueda y solución que presuntamente favorecerían al resto de la humanidad, no estaban más lejos de la realidad y de la verdad. Y como este ejemplo, podríamos incluir una veintena más, pero a estas alturas de la vida creo yo, no merece la pena enumerarlos, pues lo hecho, hecho esta. La idea es tratar de no incidir en los mismos errores, en los que otros se verán afectados.

Pero el epicentro de este artículo, no está relacionado con los objetivos planteados por el foro de Davis o lo que tú y yo pensemos al respecto, pues solo somos meros espectadores que sufrirán o se beneficiarán de dichos objetivos; sino por como afrontamos la incertidumbre en nuestra sociedad.

Imagino querido lector, que estás al tanto de los últimos acontecimientos imperantes. Donde la incertidumbre de los acontecimientos, juega un papel revelador a todos los niveles. De manera directa o indirecta, todos nos vemos o afectados o agraciados.

Como seres racionales que somos, no debemos ni por asomo estancarnos en el presente, pues algún día tu y yo dejaremos este planeta. La idea es, dejarlo de la mejor manera posible. Puede que parte de la población piense que  mucho de lo que acontece en la actualidad, sea de carácter nefasto, o afable, pero la realidad es que debemos verlo como una situación que a la larga, será prospera para todos pues de alguna manera ayuda a trabajar la materia gris para un futuro mejor, donde pensaremos dos veces las cosas, antes de actuar impulsivamente y donde como seres que emplean la logíca con capacidad de discernimiento, seamos aptos para ver las cosas como son y no como somos, pues muchas veces, tendemos a ignorar este gran aspecto que hace errar mucho al hombre africano. ¿A dónde quiero ir con esto último?

La mayoría de las veces el hombre africano, cuando cae en desgracia por llamarlo de alguna manera, tiende a apelar a la brujería. No vamos a omitir que dichas prácticas ocultistas, tradicionales ancladas a nuestros ancestros existen. Somos africanos y, como tales, esas prácticas están en auge. ¿Y por qué no pensar en ello durante la epoca de bonanza? Muchas veces se piensa. Tal vez el protagonista no, pero el vecino que pretende justificar el existo repentino del agraciado, se haga muchas preguntas sobre todo si en su caso no se hizo uso de la meritocracia.

Estoy segura de que dichos acontecimientos, provocarán un giro inesperado de tal manera que las autoridades competentes, establecerán nuevas medidas optimas de motivación y dinamismo para la sociedad. Y, de esta manera, estaríamos hablando de una mejora a todos los niveles para un futuro próspero para la siguiente generación.

Pues no podemos ignorar la realidad de las cosas, la situación está siendo caótica y para revertir esta situación, es necesario la participación física y mental de toda la población. Como digo en muchas ocasiones, las herramientas hacia el éxito están al alcance de todos, simplemente debemos querer usarlas y saber cómo emplearlas para escalar hacia el éxito global de la nación. Empezando por aparcar aspectos psicológicos nocivos como el complejo de inferioridad o la envidia.

Pero para ello, debemos empezar por trabajar sobre nosotros mismos, cambiar de mentalidad sin la necesidad de plagiar la de otras naciones. Pues bastantes recursos tenemos para ello.

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