Habla una nueva víctima de Djidjena: “me violó en un cuarto donde habían unos botes llenos de orejas humanas”

Ante los medios de comunicación, María Auxiliadora Mangué ha explicado cómo conoció a su agresor y el inicio de los abusos.

Siguen apareciendo nuevas víctimas del Secretario General del ministerio de Seguridad Nacional, Santiago Edú Asama más conocido por (Djidjena), acusado anteriormente por su empleada de hogar de nombre Josefina, quien habría recibido una brutal paliza de parte de Edu Asama y sus ayudantes. La mujer aseguró que fue víctima de esta atrocidad tras negarse a mantener relaciones sexuales con su ya ex jefe.

Según van apareciendo los testimonios, Josefina podría no ser la única víctima de Djidjena. Ayer lunes, 12 de febrero, María Auxiliadora Mangué quien asegura haber corrido con la misma suerte que la primera, declaró ante los medios de comunicación explicando que conoció a Djidjena cuando buscaba trabajo como empleada doméstica. Una gestión que la llevó hasta el patio de Djidjena a quien expuso su situación y Edu Asama, según explica su segunda víctima, “cogió mi número de teléfono y dijo que me iba a llamar. Pasaron como dos meses, hasta que finalmente el pasado día 6 de enero de 2023 me llamó y me dijo que le buscara en su casa detrás del mercado de Semu. Llegué a su casa, me presentó a sus hijos y les dijo que yo seré la nueva trabajadora”.

María Auxiliadora Mangue comenta que tras dicha presentación, Edú Asama le pidió que le acompañara a visitar los demás compartimentos de la casa, y después de esta visita, «me preguntó si estaba dispuesta a comenzar el trabajo el mismo día, a lo que le dije que sí y me puse a hacer mis tareas con normalidad. El segundo día cuando me fui a trabajar, no le encontré en casa, porque fue a dejar a los niños a clase y cuando vino, me encontró limpiando uno de los cuartos y se abalanzó sobre mí diciendo que quería acostarse conmigo, y le dije que no lo puedo hacer”.

Según explica María Auxiliadora Magué, tras negar acostarse con su jefe, éste la amenazó con hacerla daño, y por este miedo accedió a su petición. La víctima afirma: “me violó en un cuarto donde habían unos botes llenos de orejas humanas, mezcladas con limón y el agua era de color negro. Me dijo que pasara sobre esos botes, para que no me olvide de él y que no hablara sobre todo lo que iba a ver en su residencia».

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