Los avances ‘tech’ africanos a seguir en 2019

El año empieza con un balance de los descubrimientos de los últimos 12 meses y la previsión para los próximos

2019 arranca dulcemente y también lo hacen, una vez completados los resúmenes del año pasado, las predicciones para los 12 meses a los que nos enfrentamos. El análisis de tendencias y las previsiones se realiza en todos los campos, incluido el de la tecnología, un sector con el que el común de los seguidores de medios occidentales no suele relacionar al continente africano, pero en el que, usted ya lo sabe, África es inevitable.

Los héroes cotidianos del año pasado cuentan con su cuota africana, donde se incluye la innovación, y todo hace pensar que la creatividad africana seguirá dando buenas noticias de los africanos para el mundo y para el continente, empezando por la reciente apertura de la primera escuela de programación de software en Ruanda, en la que se enrolan 60 jóvenes seleccionados en el país, que comienzan sus estudios en estos días tras superar un examen de acceso el año pasado. El establecimiento pretende reforzar el papel de Ruanda como polo tecnológico regional y en él se plasma una inversión de más de 4.000 millones de dólares. Es una de las últimas innovaciones tecnológicas ruandesas, referente en cuestiones como la creación de smart cities o en el reciclaje electrónico.

Expertas y expertos hablan

Cuando se le interroga sobre el presente y el futuro innovador del continente, Yinka Adegoke (Quartz Africa) no duda en mencionar fintech (tecnología en finanzas), Nigeria y Kenia como palabras claves en el panorama tecnológico de 2019. «El sector fintech seguirá protagonizando un gran año, porque soluciona muchos de los grandes problemas de un sistema financiero subdesarrollado en muchos países en los que los bancos tradicionales hacen muy poco aparte de los depósitos», dice por correo electrónico. «Muchos de los líderes fintech llegan de Nigeria (Paystack, Flutterwave) y Kenia (Cellulant). Han conseguido atraer a inversores interesados en apoyar la inclusión financiera».

La agricultura es otro sector en el que las innovaciones africanas se hacen y harán notar, según explicaba Gemma Solés en un reciente artículo en Planeta Futuro, mientras que, para el experto marfileño Cyriac Gbogou, son reseñables iniciativas en otros campos que seguirán respondiendo a necesidades africanas, replicables en otros contextos y creadas por africanos, como el sistema Billet Express para facilitar la compra de billetes de autobús en Mali o el colgante de identificación sanitaria mediante QR Pass Santé Mousso. Bitcoin y la inteligencia artificial son dos de los sectores en los que África conocerá avances este año, según adelantaba su compatriota Samuel Guebo, de la Fundación Wikimedia y Code.ci, vía Facebook.

En el terreno de la participación ciudadana y el ciberactivismo, Carlos Bajo Erro señala que «será importante tener en cuenta las reacciones a los mecanismos de control de Internet». «Cómo las comunidades buscan la manera de combatir o revertir tasas, registro y otras fórmulas de censura previa», enumera. «Y otra tendencia interesante es el avance en la herramientas para combatir las fake news o los discursos de odio. Hay algunas cosillas ya por ahí, pero es previsible que se vayan desarrollando herramientas nuevas». Bajo hablaba en otro artículo reciente sobre los avances en alfabetización digital en el continente.

Caroline Southey, editora de The Conversation Africa, señala que este año puede ser el año en que veamos el principio de una regulación de los medios sociales y apunta al peso que adquirirá un tema de importancia fundamental en África, el cambio climático, en la agenda mundial. «En este año seguirá la tendencia del «top 5» en récord de años cálidos para el planeta y también preveo que el cambio climático se convertirá por fin en un tema abordable políticamente«, pronostica. Recordemos que el agricultor burkinés Yacouba Sawadogo acaba de recibir el Right Livelihood (el ‘Nobel alternativo’) gracias a una técnica de riego en el Sahel que está contribuyendo a detener la desertificación en la zona.

La arquitectura es otro terreno en el que África se hace hueco a codazos en el panorama internacional. El gimnasio del instituto Blaise Pascal, en Abiyán, Costa de Marfil, bioclimático por más señas, recibió el premio al mejor edificio deportivo en el Festival Mundial de la Arquitectura del año pasado. Es obra de Koffi & Diabaté Architectes, una empresa fundada por los marfileños Guillaume Koffi e Issa Diabaté. Son previsibles más premios, menciones y avances también en este sector durante este año que ahorar estrenamos.

Además y desde el punto de vista comercial, el avance de los smartphones e Internet en África han logrado que, tras las apuestas de gigantes como Facebook, llegue el turno de Spotify o Netflix de volcarse en el continente africano con contenidos creados allí.

Ciencia e innovadores

Los artículos de The Conversation Africa traducidos al español y difundidos en diferentes plataformas como Planeta Futuro el año pasado mostraban un panorama enriquecedor e interesante, en el que la tecnología ayuda a salvar distancias con los servicios sanitarios, se reflexiona sobre cómo lograr que las universidades africanas se convirtieran en referentes en la investigación o se explican avances como las baterías de iones de litio para lograr la electrificación en contextos africanos. Por su parte, Quartz Africa ponía de relieve noticias como que la vacuna de la malaria está cerca de materializarse gracias a científicos africanos.

Esta última publicación subía a las redes una lista de jóvenes innovadores africanos a los que seguir este año, continuando una tradición que iniciaron en 2015 y que en esta ocasión incluye nombres como los de la diseñadora senegalesa Sarah Diouf, cuya marca Tongoro, con base en Dakar, ha llegado hasta los armarios de Beyoncé, junto al de la etíope Betelhem Dessie, que con 19 años lidera la innovación en inteligencia artificial y programación en iCog, un laboratorio de robótica e inteligencia artificial de Addis Abeba. En su previa al lanzamiento de la lista completa, este medio incluía a Kelvin Doe, un sierraleonés que se ha convertido en el conferenciante visitante más joven del programa del MIT, además de dar charlas TEDx sobre energía solar o el nigeriano Elvis Chidera, también especializado en programación y educación a través de aplicaciones.

En otro orden de cosas, los 16 candidatos al premio africano de la Real Academia de Ingeniería también se hicieron públicos recientemente en su quinta edición. Sus aportaciones van desde guantes inteligentes que traducen la lengua de signos en audio a sistemas para convertir el aire en agua. Kenia figura de nuevo en las quinielas con la primera de estas alternativas, Sign-IO, creada por Roy Allela para comunicarse con su sobrina, que nació sorda; Chanjo Plus, de Collince Oluoch, una base de datos digital para facilitar la vacunación, y Majik Water, de Beth Koigi, que trabaja captando el agua del aire y combatiendo el cambio climático. Sudáfrica también forma parte de la lista gracias a un sistema para aligerar la carga de los servicios públicos de salud, creado por Neo Hutiri y que reduce los tiempos de espera: Pelebox. Uganda está presente en la contienda con una granja vertical, pensada por Paul Matovu.

Estos son sólo algunos de los nombres propios africanos de los que sabremos durante este año y algunas de las tendencias a seguir en un campo que evoluciona rápidamente y cuyos avances se podrán leer, ver y experimentar en los próximos doce meses en el continente africano. Como siempre, la realidad superará a nuestras previsiones. En positivo, por supuesto.

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