«¿Alguien más tiene un cargador? De ese no, que no me vale. De los nuevos». Que levante la mano el que no haya tenido o al menos presenciado una conversación de este tipo. No es uno delos llamativos pero es uno de los cambios más extendidos e importantes. Especialmente en los ‘smartphones’ pero cada vez más visible en ‘gadgets’ de todo tipo como vídeoconsolas, auriculares… Hablamos del USB Tipo C, el sustituto del miniUSB. Este conector es más conocido como reversible. Una suerte de USB para ‘dummies’. No te encuentras con el problema de meterlo mal, como ocurre en el 90% de los casos. Da igual la dirección, lo metas como lo metas, siempre encajará.
Lo único parecido a esto era el Ligthining de Apple, que también tiene los días contados tal y como dejó entrever el iPad Pro. Entre sus virtudes está la posibilidad de acelerar la carga o la transmisión de datos, amén del cambio de diseño que facilita su encaje. Sin embargo, muchos usuarios, entre ellos yo, nos hemos encontrado con un pequeño problema. La estructura del USB tipo C también facilita que entren más polvo y restos en dicha cavidad.
Suciedad que si se acumula puede acabar por impedir que se realice bien el contacto y dar fallos a la hora de realizar a la hora conectar el cable de carga o de un ‘dock’ como es el de la Nintendo Switch.
Algunos dirán que eso también ocurre con el puerto de los iPhone. La diferencia es que aquí tenemos una pieza central que dificulta meter un bastoncillo o algún objeto y eliminar esos desperdicios, mientras que los teléfonos de Apple son un hueco completamente despejado, lo que facilita la tarea. Si eres muy brusco puede que acabes dañando el pin del USB Tipo C.
Limpiar los puertos USB Tipo C
La verdad que hay que ser un tanto ‘alcornoque’ para llegar a este punto pero mejor que tomes unas cuantas precauciones a la hora de limpiar esta parte. Aunque un palillo te podría sacar de un apuro puntual, quizás prefieras tener algo más adecuado. Aquí van unos cuantos accesorios que te pueden facilitar la limpieza de estos puertos y otras partes de tus aparatos tecnológicos.
- Spray de aire a presión: tradicionalmente se utilizaba para limpiar el teclado. Y es que no basta con dar la vuelta y aporrearlo contra la mesa. Con este espray, que apenas cuesta tres euros, puedes quitar la suciedad restante. Cuenta con un fino tubo para concentrar el ‘disparo’ que también te sirve para un USB Tipo C y también para los tradicionales de tu ordenador.
- Kit de limpieza de puertos: también muy baratos. Son bastoncillos adaptados al grosor del puerto. Muchas se venden en conjunto con las tapas de goma.
- Tapas para el USB: tienes varios puertos USB tipo C en el ordenador. Algunos no los tocas en días, quizás en semanas. Y te encuentras que el día que lo vas a utilizar se ha llenado de porquería con el paso del tiempo. Quizás es que trabajas en una obra o en un entorno donde hay mucho polvo y partículas en el aire. Para estos casos tienes tapas protectoras. Son piezas de goma flexible que se adaptan a este contorno e impiden que penetren.
Otras precauciones a tomar
Pero el de la limpieza no es lo único que deberías vigilar en el USB Tipo C. Aquí van un par de consejos más para no tener ningún problema.
– Atiende al número: No es lo mismo un USB 2.0 que uno 3.0 o uno 3.1. Estos últimos son los que aportan más velocidad de transmisión, entre otras cosas, así que comprueba bien la compatibilidad con tu equipo.
– Cuidado con accesorios no oficiales: recientemente ocurrió con los ‘docks’ no oficiales de la Nintento Switch. Son más baratos que los oficiales y muchos usuarios optan por ello. Al actualizar el ‘firmware’ de la consola se encontraron que la consola, en muchos casos, dejaba de funcionar. El problema que la alimentación a través del puerto USB Tipo C no era estándar. Hay que comprobar bien la compatibilidad de accesorios. En el caso de los cargadores de móvil, si no utilizas un cable concreto o una base concreta es probable que te tengas que conformar con carga normal por mucho cargador rápido que le enchufes.