El gobierno de la República de Zimbabue quiere imponer un impuesto adicional de $ 50 en el segmento de teléfonos móviles. Se aplicará específicamente a los teléfonos móviles importados. El nuevo impuesto está contenido en el presupuesto nacional de 2022, que tiene el tema: «Fortalecimiento de la recuperación económica sostenible y la resiliencia», presentado al Parlamento el jueves 25 de noviembre por el Ministro de Finanzas y Desarrollo Económico, Mthuli Ncube.
Frente a los diputados, el ministro explicó «que mientras los teléfonos móviles importados atraen modestos derechos de aduana del 25%, los fondos realizados sin embargo indican una evasión de los derechos de aduana debido a la naturaleza de los artículos que pueden ocultarse fácilmente».
Es para combatir esta evasión fiscal que propone «introducir un impuesto de $50 que se recaudará antes del registro de nuevos terminales celulares por parte de los proveedores de redes móviles. Sin embargo, una vez que se haya pagado la tarifa, la Autoridad Tributaria de Zimbabue reembolsará el impuesto dentro de los 30 días posteriores a la recepción del pago del operador de la red móvil».
Aún no se han especificado las modalidades de recaudación del nuevo impuesto sobre los teléfonos móviles importados. Deberían serlo si el impuesto es aprobado por el Parlamento. Se sumará al impuesto especial del 5 % introducido en 2014 sobre las tarjetas de recarga de crédito para las comunicaciones, al derecho de aduana del 25 % sobre los teléfonos móviles importados y al 2 % sobre las transacciones financieras electrónicas.
Según Mthuli Ncube, se espera que la economía de Zimbabue crezca un 5,5% en 2022, respaldada por una mayor producción en los sectores de minería, manufactura, agricultura, construcción, así como alojamiento y servicios de alimentos.
Los consumidores han denunciado el nuevo impuesto a los teléfonos móviles importados. Consideran que corre el riesgo de provocar una disminución de la tasa de penetración de la telefonía móvil que fue del 87,8% en el primer trimestre de 2021, y frenar la adopción de smartphones, que es esencial para la participación del mayor número de personas en la economía digital.