Ellen Johnson Sirleaf reclama cambiar las leyes para garantizar el acceso de las mujeres a la política en África

Defiende empoderarlas para que creen redes y se enfrenten a las barreras sistémicas que las frenan.

Ellen Johnson Sirleaf, expresidenta de Liberia

Ellen Johnson Sirleaf, expresidenta de Liberia

La expresidenta de Liberia Ellen Johnson Sirleaf pidió ayer miércoles un cambio en las leyes de los países africanos para garantizar el acceso de las mujeres a la política, todavía lejos de la paridad.

Sirleaf, que en 2006 se convirtió en la primera mujer en acceder a la Presidencia de un país africano, ha defendido acudir en primer lugar «a la ley más importante» de los Estados, las constituciones.

«Muchas de las constituciones en África no declaran con firmeza la igualdad de género», ha lamentado la expresidenta en una entrevista concedida a Europa Press, en la que ha ido más allá y ha considerado que, además, las leyes tienen que garantizar que las mujeres tienen, por ejemplo, el derecho a tener propiedades.

Además, para incrementar la presencia de las mujeres en la política africana, es necesario también abordar «la implementación de esas leyes». A juicio de la expresidenta, de visita en España de la mano del Club de Madrid, las leyes «no son efectivas» porque «están implementadas por hombres», que son, a la postre, los que toman las decisiones y lideran.

La también premio Nobel de la Paz ha considerado que las mujeres no han logrado una mayor representación en la política africana en los últimos años. Aunque ha mencionado «dos o tres buenos ejemplos, como Sudáfrica o Uganda», ha indicado que en la mayoría de los parlamentos las mujeres constituyen el 20 por ciento de sus miembros. «Esto es totalmente inaceptable», en palabras de Sirleaf, habida cuenta de que las mujeres son la mitad de la población mundial.

Sirleaf también ha aludido a la estereotipación de la mujer en la sociedad y ha reclamado la necesidad de «enfrentarse» a ello. En este sentido, también ha considerado que las mujeres han de tomar un papel proactivo y ser ellas mismas «más fuertes, enfrentándose a los obstáculos que tienen».

«Tienen que competir de forma más efectiva por sus cargos», ha reiterado, pidiendo un «esfuerzo» en este sentido y defendiendo empoderar a las mujeres para que creen redes y se enfrenten a las barreras sistémicas que las frenan.

Según datos de ONU Mujeres, las mujeres sólo representan el 26 por ciento en las cortes de todo el mundo –aunque el porcentaje se ha duplicado en los últimos 25 años– y sólo cinco países alcanzan el ansiado equilibrio. Ruanda está a la cabeza mundial, con un 61,3 por ciento de mujeres en su Cámara Baja.

LA DEMOCRACIA, CUESTIONADA

La expresidenta liberiana también se ha referido a la situación actual en África, dado que, aunque el continente ha avanzado en términos de democratización, sobrevuela el temor de una ralentización debido a los recientes golpes de Estado en Malí, Burkina Faso o Sudán. Malí ha sufrido dos, en 2020 y 2021; el de Burkina Faso tuvo lugar el 23 de enero de 2022; y el de Sudán, que dio al traste con la transición iniciada en 2019, fue el 25 de octubre de 2021.

Sirleaf ha pedido fijarse en «la situación global» y ha señalado que las mayores naciones del mundo han incorporado discursos nacionalistas y populistas en su contexto político. Así, «ha habido un efecto dominó, porque la democracia ha sido cuestionada, también por los mayores países del mundo».

Asimismo, el multilateralismo ha sido «debilitado» en los últimos años, por lo que algunos países, como los mencionados en África, «ahora creen que pueden cuestionar la democracia por la que hemos luchado en las últimas tres o cuatro décadas».

«Porque la democracia en África estaba funcionado, las transferencias de poder regulares estaban funcionado», ha lamentado la exmandataria. Sin embargo, ha apuntado que, en el contexto político actual, el continente africano «se ha dado cuenta de que necesita más integración, más esfuerzos para la autoresiliencia».

MANEJO «EFECTIVO» DE LA PANDEMIA

En referencia al manejo de la pandemia de COVID-19 en África, Sirleaf lo ha calificado de «efectivo» porque el continente ya tenía experiencia con la lucha contra el ébola. La expresidenta ha puesto en valor la «experiencia personal» africana al poner «el liderazgo» de la lucha contra la enfermedad en trabajadores comunitarios y en dejar reposar la «responsabilidad» en «un nivel inferior».

La exmandataria, que ha recordado que «la pandemia aún arrecia», también ha lamentado la inequidad en el reparto de las vacunas, afeando que los países ricos se han preocupado de que su población esté vacunada al cien por cien. Las farmacéuticas, por su parte, han vendido su producto a los países que lo pueden pagar y, en consecuencia, los países pobres se han quedado atrás. «La inequidad persiste hasta hoy», ha remachado.

En África, se han constatado hasta el momento más de 5,3 millones de contagios de COVID-19, mientras que más de 140.000 personas han fallecido a causa de la enfermedad en el continente, según datos de la Unión Africana (UA). A pesar de que la vacuna contra la enfermedad se administra en África desde enero de 2021, sólo el 12,7 por ciento de los africanos cuenta con la pauta completa, de acuerdo con los datos de los Centros de Control de Enfermedades de África (CDC-África).

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