El expresidente de Sudáfrica Jacob Zuma se encuentra ya en libertad tras cumplir el año y medio de cárcel al que fue condenado el año pasado por negarse a declarar por un caso de corrupción, un gesto que detonó las protestas más violentas de la historia reciente del país, y que se saldaron con casi medio centenar de muertos.
«Es oficial. El presidente Zuma es ahora un hombre libre», ha anunciado su fundación en su cuenta de Twitter.
Zuma se presentó en julio en el centro penitenciario de Estcourt para comenzar a cumplir una condena por negarse a comparecer ante una comisión estatal que investigaba los presuntos casos de corrupción en los que estuvo implicado durante sus nueve años de mandato al frente del país.
El expresidente, de 80 años de edad, quedó en libertad provisional en septiembre del año pasado, solo dos meses después de su entrada en prisión. En diciembre un tribunal decretó su reingreso en la cárcel, pero la apelación presentada en ese momento por el equipo legal de Zuma ha permitido que el exmandatario no haya regresado a la prisión desde entonces.
Su encarcelamiento dio paso a violentos disturbios en KwaZulu-Natal y Gauteng en los días siguientes.
Zuma ha sido el primer presidente elegido democráticamente en Sudáfrica que es condenado a prisión desde que el Congreso Nacional Africano (ANC) –partido que encabezó entre 2007 y 2017, cuando fue apartado en un consejo interno por su vicepresidente y actual mandatario, Cyril Ramaphosa– se hizo con el poder en 1994.