Hombres armados mataron el domingo a un sacerdote católico y secuestraron a cinco fieles en dos ataques distintos en el centro y el noroeste de Nigeria, según ha sabido la AFP de fuentes policiales.
Hacia las 02:00 GMT, en el pueblo de Kafin-Koro (centro), en el Estado de Níger, individuos armados, conocidos localmente como «bandidos», prendieron fuego a la residencia de un sacerdote, que murió quemado, declaró Wasiu Biodun, portavoz de la policía en el Estado.
Prendieron fuego a la casa del padre Isaac Achi, tras no poder acceder a ella. «Desgraciadamente, los bandidos prendieron fuego a la casa, mientras el citado reverendo padre era quemado vivo», dijo.
Los asaltantes dispararon e hirieron a otro sacerdote cuando intentaba escapar: «El cuerpo sin vida del padre Isaac fue recuperado, mientras que el padre Collins fue trasladado de urgencia al hospital para recibir tratamiento», añadió el portavoz.
En otro ataque perpetrado pocas horas después, unos «bandidos» irrumpieron en una casa del pueblo de Dan Tsauni (distrito de Kankara, noroeste), en el estado de Katsina, y secuestraron a cinco fieles que se disponían a asistir a la misa dominical en una iglesia cercana.
«Los terroristas secuestraron a cinco personas en la casa, dispararon a un sacerdote en la mano y huyeron con los cinco rehenes», declaró a la AFP el portavoz de la policía estatal, Gambo Isa. El sacerdote fue trasladado al hospital para recibir tratamiento, añadió.
Las autoridades nigerianas luchan por contener la creciente violencia en las regiones del norte y el centro, donde los grupos armados atacan a las comunidades rurales, matando a miles de personas y secuestrándolas para pedir rescates. Los residentes afirman que las fuerzas de seguridad suelen estar en inferioridad numérica y de armamento y que rara vez se detiene a los sospechosos.
Los ataques se dirigen a veces contra figuras religiosas, como clérigos. En julio del año pasado, el reverendo John Mark Chietnum fue asesinado tras ser secuestrado en el estado noroccidental de Kaduna.
El incidente del domingo provocó la condena internacional. En una declaración, Antonio Tajani, ministro de Asuntos Exteriores italiano, calificó el ataque de «cobarde e inhumano».
El gobernador del estado de Níger, Abubakar Sani Bello, afirmó que la matanza indicaba que nadie estaba a salvo. «Estos terroristas han perdido la cabeza y es necesario tomar medidas drásticas para poner fin a esta matanza en curso», declaró.
La Asociación Cristiana de Nigeria ha pedido a las autoridades que investiguen y hagan más para proteger a los civiles. «Basta ya de ataques y asesinatos gratuitos de ciudadanos nigerianos inocentes», declaró Bulus Yohanna, presidente de la asociación.