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Animales

10 Curiosidades del ajolote que quizás no sabías

En este artículo te mostramos diversas curiosidades del ajolote para conocer más sobre las peculiaridades de este animal.

El ajolote, también conocido como axoloti, es un anfibio mexicano que únicamente habita en el complejo del lago Xochimilco, situado en la periferia de Distrito Federal. Se trata de un anfibio de cabeza ancha, ojos redondos sin párpados, extremidades cortas y braquias externas plumadas que sobresalen de la parte trasera de su cabeza, lo que les otorga un peculiar aspecto.

Una de sus características más importantes es que se trata de una larva que no finaliza su metamorfosis, aunque también podemos destacar que este curioso animal posee un esqueleto cartilaginoso que nunca llega a calcificarse, así como colores diversos. La expresión de su rostro es entrañable, y si bien pueden llegar a medir 30 centímetros de largo, lo habitual es que midan aproximadamente 15 centímetros. Este animal se considera como la prueba del proceso evolutivo que trasladó la vida del mar a la tierra

Curiosidades del ajolote que quizás no sabías

1 Sólo se encuentra en México

Es endémico de México. Principalmente está en la zona lacustre de la Ciudad de México, en un reducido sistema de canales. También hay poblaciones mucho más pequeñas y aisladas en otros lugares de México como Toluca y Alchichica.

Actualmente, sólo se encuentra en Xochimilco, pero antes llegaba a toda la red de canales de la cuenca. Este hábitat es un humedal similar a un pantano, de poca profundidad y agua dulce. Son completamente dependientes del agua. Uno de los problemas que enfrenta la especie es precisamente que su hábitat está muy contaminado, como explicaremos más adelante.

2 Está en peligro crítico de extinción

Esta especie está clasificada por la Lista Roja de Especies Amenazadas como en peligro crítico de extinción, dado que afronta varias amenazas que disminuyen a su población.

Los depredadores son un peligro natural, como las garzas, pero la basura que contamina al lago de Xochimilco es su principal amenaza. La calidad de su hábitat ha decaído severamente en las últimas décadas, por el descuido y porque su área de ocupación es menor a los 10 kilómetros cuadrados. Hay que tener en cuenta que Xochimilco está inmerso dentro de una de las megaurbes mundiales, con el impacto que esto representa. La venta de ajolotes como mascotas es un agente más de peligro.

En 2004 había 1000 ejemplares por kilómetro cuadrado; en 2008 había 100; y en 2013 quedaban 36. Aunque se encuentra en estado crítico de peligro de extinción y su población se redujo mucho, empieza a resistir gracias a los esfuerzos por protegerlo que han dado buenos resultados. No obstante, todavía está lejos de quedar fuera de peligro.

Estos avances son, principalmente, gracias a la biorremedación, un novedoso proceso de recuperación de las aguas y los suelos en donde los microorganismos transforman los compuestos químicos sin dañar la flora ni la fauna existente. Además de este, hay múltiples proyectos de conservación ambiental que ayudan a concientizar sobre la importancia de estos animales.

3 Puede ser de muchos colores

Por lo general, los ajolotes son de color café, marrón, gris, negro o con manchas oscuras, pero también hay ejemplares rosáceos y albinos, con las branquias rosadas o lilas. Estos últimos son los que más llaman la atención de las personas. El color de cada ajolote depende de cuatro genes diferentes de pigmentación.

4 Tiene las branquias por fuera

El ajolote tiene unas prolongaciones muy particulares que salen de su cabeza, y estas son nada menos que sus branquias. Con ellas, capturan el oxígeno disuelto en el agua que necesitan transportar hacia la sangre y sus células.

5 Tiene una esperanza de vida larga

Pueden llegar a vivir entre 12 a 15 años, una larga esperanza de vida para ser un anfibio. Puede que se deba a sus capacidades neoténicas que renuevan constantemente algunos de sus órganos y células.

6 Mantiene rasgos larvarios por toda su vida

El principal atractivo del ajolote es que no supera su etapa larvaria o juvenil, en un fenómeno llamado neotenia, lo que le da un aspecto único.

Pertenece a los anfibios, quienes en etapa larvaria tienen branquias y cola y con el paso del tiempo se van independizando del medio acuático conforme avanzan en el característico proceso de la metamorfosis.

Sin embargo, los ajolotes mantienen estas características durante toda su vida. Esto implica además que pueden llegar a la madurez sexual sin pasar por metamorfosis. Podría decirse que son como renacuajos gigantes.

7 Puede renovar algunas partes del cuerpo

Tienen la cualidad de renovar sus extremidades cuando las pierden, el corazón, la médula espinal y partes del cerebro, por lo que se mantienen jóvenes a lo largo de su vida. Se han realizado diversos estudios de los ajolotes e incluso se ha llegado a trasplantar extremidades de un ejemplar a otro y su cuerpo lo acepta bien, no presentan rechazo. Cuando sus nuevos órganos crecen, no guardan cicatriz alguna.

8 Tiene mala visión

Los ajolotes prácticamente solo ven sombras, y detectan su alimento por el movimiento que alcanzan a diferenciar. Carecen de párpados y sus ojos siempre están abiertos.

9 Es carnívoro y a veces caníbal

Es carnívoro y a veces caníbal

En vida libre tiende a ser carnívoro. Come gusanos, pequeños peces, larvas de insectos, babosas, renacuajos y prácticamente casi cualquier ser vivo de tamaño muy pequeño. Esto lo logra gracias a su alimentación de tipo succionadora, en donde absorben agua y cualquier cosa pequeña que esté cerca de ellos. Tienen dientes muy pequeños y atrofiados, así que tienen que recurrir a otra estrategia para cazar. Tragan la presa completa por succión y lo digieren en el estómago.

Además, en ciertas situaciones pueden llegar a ser caníbales, es decir alimentarse de otros de su especie. Si no hay alimento, pueden ayunar hasta por varias semanas.

10 Se le atribuyen falsas propiedades medicinales

El ajolote era consumido por atribuírsele propiedades rejuvenecedoras, pero estos beneficios son falsos. La propiedad que tienen los ajolotes para renovar partes de su cuerpo es exclusiva para ellos por ser parte de su información genética, y no hay forma de que esta sea transferida a nosotros. También en culturas prehispánicas se consumía para celebrar una fiesta para el dios fuego, a forma de alimento sagrado.

Actualmente ya existen campañas que informan a la sociedad sobre no comerlos. Sobra decir lo desacertada que es esta práctica de consumo.


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