A continuación vamos a repasar los lugares imprescindibles que podemos ver en Badalona en una escapada de un día.
Son varias las ciudades eclipsadas por los encantos y el reclamo turístico de Barcelona. Alrededor de la capital catalana existen varios destinos con un interés especial que pasan desapercibidas por la gran mayoría que visita Barcelona y a buen seguro pueden constituir un aliciente ideal tanto de viaje por Cataluña como una escapada desde Barcelona para conocer un entorno nuevo. Una de ellas es Badalona, a 20 minutos en tren o metro desde Barcelona, con una envidiable playa, un pasado romano y la sierra de Marina, ofreciendo un verde necesario y unas vistas preciosas al litoral.
Los imprescindibles que ver en Badalona:
1 El Pont del Petroli
El Pont del Petroli ha sido durante muchos años un lugar icónico de Badalona que ver. Se trata de una construcción de finales del s. XIX que se utilizaba para descargar barcos de petróleo. Fue a principios de este siglo, por petición popular, que se transformó en un reclamo turístico. Después de ser remodelado, permitía pasear sobre el mar casi 300 metros para tener una vista del frente marítimo de la ciudad muy interesante.
Al final de la pasarela había una ampliación de la zona que te permitía observar el mar a una altura de 5 metros. Actualmente, no se puede caminar por él debido a la borrasca Gloria que arrasó la costa catalana. Pese a esto, suele ser una buena fotografía que llevarse de recuerdo.
2 La Rambla de Badalona
La Rambla ha sido el lugar emblemático donde las parejas, las familias y los amigos se han paseado durante siglos mostrando sus vestidos, celebrando las fiestas tradicionales de Badalona y marcando, en definitiva, la vida y ritmo social de la ciudad. Sin lugar a dudas, uno de los lugares imprescindibles para pasear en Badalona.
El Paseo Marítimo de Badalona se extiende a lo largo de toda la ciudad y abarca prácticamente los 4 kilómetros de costa pero antes no era así y la Rambla era la reina indiscutible. Todavía lo es, gracias a su extenso paseo, con palmeras enormes y los varios restaurantes y bares con terrazas. El aperitivo perfecto os espera en alguna de ellas.
3 Carrer del Mar y la plaza de la Vila
El Carrer del Mar (calle del Mar) siempre ha sido la calle en mayúsculas para ir a comprar. La gente que vive en los barrios de la ciudad solía y todavía suele bajar a Badalona para hacer sus compras en la calle del Mar. A pesar de que los centros comerciales, Amazon y demás le han hecho mucho daño, todavía se mantienen en pie varias tiendas y comercios históricos como la casi centenaria Can Boter o la farmacia Serentill.
La calle empieza en la plaza de la Vila, frente al Ayuntamiento y a un par de minutos andando de la parada de metro, y sigue en dirección al mar hasta llegar a la Rambla por lo que es el lugar perfecto para empezar la visita a Badalona.
Veréis que en varios edificios todavía se conserva el art decó de principios de siglo XX. Podéis echar un vistazo a edificios adyacentes a la calle del Mar como Casa Clarós o la Casa Miquel Badia.
Asimismo, un par de clásicos gastronómicos en la calle del Mar son probar los frankfurts de la plaza de la Vila, al lado del Ayuntamiento, y los estupendos croissants del clásico forn Bertrán.
4 Fábrica de Anis del Mono
El famoso mono ha decorado las etiquetas de las botellas de anís desde hace más de 140 años. Corría el año 1868 cuando los hermanos Bosch Grau empezaron a comercializar esta bebida en Badalona después de hallar fortuna importando cacao y tabaco de las Américas. Frente a la playa, en la calle Maristany, levantaron la fábrica de Anís del Mono en el 1890 y hoy en día todavía sigue en pie y puede visitarse.
La marca Anís del Mono sigue siendo la más vendida entre las bebidas anisadas del país y gran parte del éxito procede de la original etiqueta donde aparece una figura mitad mono, mitad humana con un parecido bastante similar al de Charles Darwin.
El museo fábrica de Anís del Mono se ha convertido en los últimos tiempos en otro lugar imprescindible que ver en Badalona. En él podréis descubrir todas estas anécdotas y muchas más. Está abierto al público el tercer domingo de cada mes y os explicarán el proceso de producción del anís así como todo tipo de curiosidades históricas.
5 Dalt de la Vila
El barrio de Dalt de la Vila nos cuenta los orígenes de Badalona. Fue en este enclave donde se asentó la ciudad romana de Baetulo y donde se encontraron los principales restos de la época romana. El museo de Badalona se encuentra en este barrio así como el primer ayuntamiento de la ciudad.
Las calles estrechas y empedradas nos pasean por antiguas masias todavía en pie, la Torre Vella y por la clásica estampa de la iglesia de Santa María, la principal de la ciudad.
6 El Museo de Badalona
El museo de Badalona se nutre principalmente de la época romana de la ciudad, cuando recibía el nombre de Baetulo. En el subsuelo del edificio se pueden visitar restos del Decumanus maximus, una de las calles principales de toda ciudad romana.
También se pueden visitar restos de las antiguas termas de la ciudad. Entre las piezas más destacadas que se exponen se pueden contemplar la Venus de Badalona o la tabula hospitalis. Hay dos sedes muy cercanas, Casa de los Delfines y Casa de la Hiedra, que se establecen en dos antiguas casas Patricias en la que explican la principal forma de vida de Baetulo, el vino.
El precio del museo es de 6,5 €, incluye los tres espacios más el Jardín de Quinto Licino y su horario es de martes a sábado de 10 a 14 y de 17 a 20 h.
7 El Monasterio de Sant Jeroni de la Murtra y las ermitas
La subida al monasterio de Sant Jeroni es una excelente excursión para pasear por la montaña, disfrutar de la naturaleza que brinda la Sierra de Marina y visitar el monasterio de Sant Jeroni, un excelente ejemplo del gótico catalán, enclave importante durante el siglo XV que fue visitado varias veces por los Reyes Católicos.
El monasterio fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional en el 2014. Además de la visita, os recomiendo seguir la ruta senderista que llega hasta las cercanas ermitas de Sant Climent y Sant Onofre, ambas se alzan sobre dos pequeños montes con excelentes vistas a Badalona y alrededor. Asimismo, si alargáis un poco más la caminata podéis llegar hasta el poblado ibérico de Puig Castellar que se encuentra en un excelente estado de conservación.
8 El Parque de Can Solei y Ca l’Arnús
A pocos pasos del corazón de Badalona se encuentra un verdadero pulmón verde de más de 10 hectáreas y un imprescindible para visitar en Badalona. El parque de Can Soley y Ca l’Arnús constituye una de las historias de reivindicación popular de la ciudad convertida en éxito.
A mediados del siglo XIX, Evarist Arnús, un emprendedor de la época, construyó su mansión familiar en Badalona rodeada de jardines románticos. Lo mejorcito de la sociedad de la época se acercó a Ca l’Arnús y entre estos contó con la visita de la reina regente María Cristina y al hijo del rey Alfonso XIII.
Con el tiempo, el parque fue a menos y una reivindicación popular consiguió unificar el existente parque público de Can Solei con el enorme espacio de Ca l’Arnus, de carácter privado hasta hace unas décadas. La remodelación de los parques mantiene ese estilo romántico de época e incorpora toques modernos para el juego de niños, una vegetación bien conservada y maantiene zonas de labrado que le dan un toque imprevisto en medio de una de las ciudades más pobladas de Cataluña.
9 Las playas de Badalona
La estructura alargada de Badalona le confiere 3.7 kilómetros de playa. Hoy en día, casi todas muestran una excelente conservación y aguas limpias, ideal para su disfrute durante el verano. Desde el puerto de Badalona hasta llegar a Montgat encontrarás tu rincón perfecto para darte un buen chapuzón y tomar el sol.
Las playas más frecuentadas e icónicas de Badalona se extienden desde el Pont del Petroli hasta el Pont d’en Botifarreta donde se encuentra la Cruz Roja. Se hallan frente al centro de Badalona y en algunos sitios, como en la playa dels Pescadors, frente a Rambla, encontrarás la estampa perfecta con las barcas de madera descansando en la area. Es en este sitio donde se celebra por todo lo alto la fiesta más importante de Badalona, Sant Anastasi, con la quema del Demonio el 11 de mayo.
Prácticamente todo el litoral sigue una estructura similar con un salto abrupto justo al entrar al mar y un bloque de roca alargado a una decena de metros de distancia donde podréis ver una interesante diversidad de organismos marinos. Así que no te olvides las gafas de snorkel.
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