«Tanto las mujeres como los hombres debemos ganarnos los puestos por lo que valemos y no ocuparlos por el mero hecho de pertenecer a un género»: Bindang Ndong Okiri

Feliz 2021! a todos los seguidores de la sección Modelo de Mujer de AhoraEG. Iniciamos este año con una entrevista a Bindang Ndong Okiri, una mujer que considera que para conseguir la integración plena de la mujer en nuestra sociedad en todos los sectores, hay que educar tanto a los niños como a las mismas niñas en igualdad de derechos y oportunidades.

AhoraEG creó en enero de 2020, la categoría Modelo de Mujer para dar visibilidad al pensamiento de las mujeres, promocionar  sus ideas y valorar sus logros. Desde entonces hemos entrevistado a 12 mujeres, referentes en la política, emprendimiento, medio ambiente, información, turismo, etc.

Iniciamos un nuevo año con una entrevista a la joven Directora General de la Agencia Nacional Guinea Ecuatorial 2020, que ocupa el puesto número 13 en ser la portada como Modelo de Mujer de AhoraEG.

Bindang Ndong Okiri, comienza auto-presentandose en esta conversación:

Mi nombre es Constantina Bindang, aunque todo el mundo me conoce como Bindang, nombre que utilizo desde 4º de bachillerato (de nuestros tiempos jejeje). Recuerdo que de 5º a PREU el profesor de Matemáticas me sacaba un punto en todos los exámenes por no poner mi nombre cristiano constantina, creo que mereció la pena perder estos puntos jejeje. También me dicen Bindoki, que es un acrónimo de Bindang Ndong Okiri, cogiendo las tres primeras letras de mi nombre y el de mis padres, resultó que la última letra coincidía con la inicial del nombre siguiente, ¿suerte o perfección? no lo sé, pero fue una razón más para seguir omitiendo Constantina, ya que no cumplía con la condición.

Durante la primaria, debido a mi aspecto, chiquitina y pálida, me convertí en el blanco de algunas palizas. No fue una época fácil, pero de las palizas aprendí a defenderme o a evitarlas. La secundaria fue una época fácil, iba a un colegio de monjas, Santa Teresita, donde primaba el orden y la disciplina con Sor Ana de directora y Celso de jefe de estudios. Todavía guardo en la memoria la imagen del primer día en el colegio, íbamos todas con las trevincas blancas, el pelo cortado a ras, las camisas blancas y la falda azul.

Los estudios universitarios los realicé en la Universidad Complutense de Madrid, donde en 2012 me licencié en Estadística Aplicada, al año siguiente me matriculé en un posgrado sobre industrias extractivas, ya que al regresar comencé a trabajar en el Ministerio de Minas y quería saber un poco sobre el sector, sobre todo en lo que se refería a una extracción sostenible con el medio ambiente. Aparte de este posgrado he realizado, entre otros cursos, Análisis de datos con SAS, Programación macroeconómica, Liderazgo transformacional y actualmente estoy cursando un master en Análisis y Visualización de Datos Masivos (Big data).

Actualmente soy la directora general de la Agencia Nacional Guinea Ecuatorial 2020, más conocida como ANGE 2020 u Horizonte 2020.

¿Como ha sido tu vida como mujer? ¿Qué retos has tenido?

Esta es la típica pregunta con la que te encuentras y te vienen muchas cosas a la cabeza y no sabes por donde empezar.

Mi vida como mujer ha sido como la de cualquier otra chica criada en una casa religiosa y por una mujer de la all school, mi tía, la mujer más importante y admirada de mi vida. Discriminación directa no he sufrido, pero recuerdo que mi hermano podía salir como quería por el mero hecho de ser chico, no iba quedarse embarazado. Siempre he pensado que a las niñas se las juzga por quedarse embarazadas, pero nos olvidamos de que el embarazo es cosa de dos. Aún con este panorama, mi tía me enseñó que el único camino a la independencia mental estaba en los libros, no escatimó en gastos para que fuera en los mejores colegios del momento, por mucho que eso supusiera comer pasta todos los días durante meses.

Mis retos siempre han estado relacionados con las metas que me marco, por eso uno de los mayores retos con los que me he encontrado ha sido acabar los estudios. Recuerdo que estando en la secundaria, era normal ver coches elegantemente limpios en busca de alguna inocente a la que acompañar a casa u ofrecer dinero. Rechazar estos ofrecimientos no era fácil, si tenía en mente la necesidad que hacía el dinero en casa; pero desde siempre me enseñaron que el dinero fácil traía muchas complicaciones, el dinero había que ganarlo dignamente y con el trabajo.

Al no salir del país con una beca y siendo mi tía, la única que podía pagarme los estudios, una ama de casa, tuve que compaginar los estudios con el trabajo. Recuerdo lo duro que era salir de casa durante el invierno para ir a clase y después ir a trabajar. Los almuerzos los hacía en el metro o en algún parque cercano al lugar de trabajo.

Siendo joven, mujer, negra y extranjera no era fácil en un país todavía no comprometido plenamente con las igualdades o equidades, ya sean por motivos de género o de raza, pero tenía un objetivo marcado y rendirme no era una de mis opciones.

Quitándole hielo a la conversación, me propuse el reto de leer El Quijote, ardua tarea, pero lo conseguí, no me pregunte de que va el libro, el reto era leer, no memorizar la historia, jejejeje.

¿Cuáles son tus proyectos actuales, algún proyecto futuro?

En el terreno profesional, actualmente estoy inmersa en la implementación de la iniciativa Coursera en Guinea Ecuatorial, una plataforma de formación online que ofrece cursos variados, muchos de ellos están relacionados con la ciencia de los datos, que es el trabajo del futuro. Coursera tiene la ventaja de que los cursos que no están reñidos con el tiempo ni con el espacio, estudias cuando quieres y donde quieres.

En el mismo sentido, el gran proyecto que tiene la ANGE 2020 ahora y los meses venideros es su reestructuración, que la convertirá en la futura Agencia Nacional de Desarrollo, que se dedicará al monitoreo y evaluación de las distintas Agendas de Desarrollo con las que este país está comprometido.

A nivel personal, me apasionan los proyectos sociales, estoy trabajando en varias ONGs dedicadas a la mujer y a la juventud. También formo parte de la directiva de la Academia de Rugby Malabo. El rugby lo descubrí en la universidad, siempre me pareció un deporte rudo, pero estaba equivocada, como me pasa siempre que juzgo las cosas desde fuera; dentro conocí los valores que encierra este deporte, el trabajo en equipo es primordial, el respeto, la honestidad, y muchos más.

¿Quién es tu inspiración?

Crecí viendo en la televisión a Balbina Nchama Nvo, Purificación Angue Ondo, Trinidad Morgades Besari, entre otras, estas mujeres marcaron mi niñez. Ya adolescente descubrí a Wangari Maathai, una incansable luchadora por el medio ambiente; Miriam Makeba, con su voz tan potente; leía sobre ellas y me imaginaba siendo una de ellas de mayor.

Todas estas mujeres influyeron en lo que soy hoy, pero mi referente en todo es la mujer que me crió, mi tía. Me sorprende su serenidad y lo impasible que se muestra ante cualquier situación de peligro.

En el lado masculino, mi padre ha marcado mucho mi vida, su amor incondicional a sus hijos le ha convertido en el mejor amigo que puede tener una hija.

¿Cómo ves la integración y la evolución de las mujeres en nuestra sociedad?

La integración de la mujer ya está en marcha, no va muy rápido, pero yo soy de las que creen que el camino se disfruta más cuanto más lento se recorre.
Soy una feminista nata y con eso me gustaría que la gente sepa que el feminismo no es el antónimo de machismo. El feminismo busca el reconocimiento de la mujer como factor del desarrollo de una sociedad y no el sometimiento de los hombres.

No creo en la paridad en los puestos, siempre está el retintín de que las mujeres accedemos a los puestos por la cuota; creo más bien que tanto las mujeres como los hombres debemos ganarnos los puestos por lo que valemos y no ocuparlos por el mero hecho de pertenecer a un género. En Guinea Ecuatorial aún hay mucho por hacer para que la integración plena sea un hecho, todavía existen muchos obstáculos que frenan el ascenso y acceso de la mujer en el mundo laboral, y la eliminación de estos obstáculos comienza con educar tanto a los niños como a las mismas niñas en igualdad, en derechos y oportunidades.

¿Cual es el valor que te gustaría transmitir a otras mujeres?

Más que a la mujer, a las niñas, me gustaría insistir en la importancia de la educación. El valor que nos da la formación no es comparable con ningún otro valor. La juventud es pasajera, los años pasan, pero lo que se aprende no.

A las mujeres de mi generación no nos ha sido fácil estudiar, pero crecimos con fuertes valores morales y eso nos hizo salir airadas de todas las dificultades con las que nos encontramos y seguir nuestro camino. Con eso quiero animar a las niñas a descubrir el valor de lo que es ser mujer, estoy segura que empezarán a verlo de otra forma y a enorgullecerse de ello.

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