Axana Muna Botey Momobela es una joven ecuatoguineana multifacética que destaca en los sectores de comunicación, marketing estratégico, responsabilidad pública, emprendimiento y responsabilidad social. Con un Master en Banca y un MBA en Marketing & GRC, su trayectoria la llevó a la prestigiosa agencia de reclutamiento online “iCUBEFARM” en Malabo, luego de su paso por la multinacional “TOLSA-SSPT” en Dakar, Senegal. A lo largo de su carrera, ha llevado un papel crucial en la implementación de proyectos sociales para comunidades, así como en la realización de sesiones formativas para destacadas empresas nacionales. En la actualidad, ocupa el puesto de Responsable de Marketing & Comunicación de BGFIBank G.E y es Embajadora de la Fundación BGFIBank en Guinea Ecuatorial. Se encarga de potenciar la imagen de marca, la gestión de productos y la ejecución de programas sociales en la entidad bancaria, brindando así mismo su apoyo en el liderazgo de diversas instituciones y asociaciones nacionales.
¿Cuáles son los esfuerzos que has tenido que hacer para llegar hasta donde estás hoy?
Ante todo, quiero agradecer al equipo de AhoraEG por la oportunidad que me brinda de compartir con mis hermanas, hermanos y el mundo una porción de mi historia. Gracias Alejandra.
Considero que hay mujeres que han realizado muchas más proezas y tienen muchísimo más que contar, entonces espero que esta entrevista pueda ser de utilidad para (al menos) una persona.
Contrariamente a lo que muchos podrían pensar, he pasado penuria y dificultad desde mi nacimiento. La vida no fue fácil para mis padres, mucho menos para nosotras (hermanas), de tal suerte que, hasta el dia de hoy, seguimos trabajando arduamente para “mejorar” constantemente nuestras vidas. Por el apoyo de mi hermana Celia Botey y de mi cuñado Santos Oba, he tenido la oportunidad de cursar mis estudios e iniciar mi carrera laboral fuera del país; esta ha sido una de las mayores oportunidades recibidas, por la que estaré eternamente agradecida.
Mis relaciones interpersonales -interprofesionales han sido cordial en todo momento; en la medida de lo posible, he procurado ofrecer humildad, respeto, consideración, apoyo y resultados a todos, porque es la educación que he recibido.
No han faltado celos, criticas destructivas, decepciones, desconsideraciones, injusticias y faltas de respeto; pero el deseo de alcanzar mis metas y el objetivo personal de ser mi mejor versión, me han permitido mantener la mirada al frente. Considero que la sociedad es el espacio idóneo para el crecimiento de toda mujer, todos los golpes son necesarios para forjar en nosotras el carácter que definirá el cumplimiento de nuestro destino. Siempre y cuando esos golpes no resulten de nuestras malas decisiones y acciones.
Alguna gente cuando te ven posicionada cree que ha sido fácil o tienes ciertos privilegios ¿cuáles son los mayores obstáculos que has tenido en la vida por ser mujer?
Son precisamente clichés como estos los que denigran y crean obstáculos para la mujer. Pareciese que el género femenino fuera incapaz de lograr absolutamente nada por su propio esfuerzo e inteligencia; todo lo que llega a alcanzar es atribuido al mérito de su esposo, amante o padre; si antes, no ha vendido su alma al diablo para conseguirlo. De pronto, el acceso a nuevas oportunidades (profesionales -empresariales) se ve comprometido, pese a los sacrificios diarios y los resultados que la mujer pueda llegar a ofrecer con esfuerzo y determinación.
Ejemplo personal, cualquiera asociaría mi posicionamiento actual a mi apellido y puedo asegurarte que hay muchos que siguen buscando al “novio” que me patrocina, pero la realidad es otra; detrás de mis escasos resultados hay muchas horas de trabajo, buenas relaciones que generan nuevas oportunidades, muchas ideas compartidas, servicio y disponibilidad asociados a un carácter humilde y determinado porque “nadie conoce el mañana, la vida da muchas vueltas”.
Puede haber excepciones, pero es importante reconocer el trabajo incesante de la mujer en la sociedad.
Conciliar la vida laboral con la familiar es uno de los mayores retos para toda mujer que ama su trabajo y sueña destacarse. La sociedad espera que repartas “equitablemente” los porcentajes de responsabilidad en toda área: 100% en el hogar, 100% en el trabajo, 100% en los hijos, 100% en el esposo, 100% en la familia, amistades y sociedad, 100% en los negocios, 100% en las finanzas; la realidad es que sólo tenemos ese 100%(no es 500% ni 1000%, sólo 100%) y si deseamos otorgarle el 70% a nuestro trabajo, con el deseo de asegurar nuestro crecimiento profesional, el 30% reservado para el hogar pasara a ser insuficiente, cuestionado y condenado; imagina entonces el porcentaje que le atribuirás a todo lo demás. Destacar en el ámbito laboral sigue siendo a costa de sacrificios para muchas mujeres.
Por otro lado, estoy orgullosísima de superar diariamente el autoboicot. La paradoja de mi vida profesional es que, siendo introvertida, he ocupado puestos de comunicación y relaciones públicas, teniendo que lidiar con el pánico escénico, el miedo a hablar en público restringido, el desinterés relacional, la timidez, las inseguridades, con el síndrome de la niña buena y el síndrome del impostor. Eso necesita mucho coraje, determinación y superación constante. Cuando veo a una joven con esas características, puedo decirla con convicción: “es posible romper estos patrones y demostrar mayor potencial”
En cuanto a obstáculos externos, no consigo mencionar alguno. No porque falten, sino porque los he considerado como desafíos y oportunidades que dan paso a nuevas etapas en mi vida.
¿cómo ves la integración de la mujer en nuestra sociedad?
Para mí, la mujer ecuatoguineana es un ejemplo de superación constante. Todas luchamos por el bienestar (ya sea personal, familiar, empresarial, social, etc.); cualquiera mujer ecuatoguineana (capacitada) que no lucha por un bienestar particular, no ha recibido la información o la formación necesaria para ello. Por esta razón se habla constantemente del empoderamiento femenino; las oportunidades, los intercambios de experiencias y habilidades que nos permiten, precisamente, seguir luchando por el bienestar.
Se dice por ahí que la mujer es el diablo encarnado, la mujer sólo es una amenaza cuando ha sido dañada o cuando tiene una sed insaciable, pero estoy segura de que la ecuatoguineana empoderada es y será siempre un pilar para su país. No somos enemigas entre nosotras. No somos enemigas de los hombres. Somos seres humanos quienes al igual que los hombres, tenemos múltiples defectos y millón de virtudes que necesitan ser pulidos y canalizados periódicamente. La cuestión entonces es conocer cuáles son los estándares del bienestar por el cual luchamos y el proceso o las herramientas necesarias para alcanzarlo.
Como dije anteriormente, la sociedad es el espacio idóneo para forjar el carácter y el crecimiento del ser humano, en este caso de la mujer. A medida que se nos brinda las oportunidades de demostrar intelectualmente lo que valemos, nos formamos y esforzamos diariamente para corresponder, gestionar, decidir y servir a nuestra población.
¿Qué mujeres te inspiran? ¿Por qué?
Las mujeres en mi familia son una gran inspiración para mí, mi madre Consuelo Momobela, mi hermana y segunda madre Celia Botey, mi tercera madre Licia Ovono y mis sobrinas, Abigail, Minerva, Leonor, cada una tiene un carácter y una determinación envidiable.
Personalidades que inspiran por su increíble perfil educacional y su trabajo incesante como la Sra. Manuela Roka Botey o la Sra. Milagrosa Obono Angue; hay mujeres anónimas que inspiran por su gran corazón y su ayuda constante a los demás como la Sra. Verena Alene, la Pastora Esther; hay mujeres que inspiran por su templanza y armonía en medio de una concurrencia profesional como la Sra. Huguette Oyini, la Sra. Yolanda Asumu, la Sra. Dominica Mbang; hay hermanas que están dispuestas a apoyar sin pensarlo dos veces como Bindang Okiri, Esther Nlong, Inma Bela, Angela Eseng; hermanitas que no se dejan llevar por las dificultades de la vida como Alexandra Belope, Maribel Ibule; estas y muchas más me inspiran cada dia.
¿Cuál es el mayor valor que le gustaría transmitir a otras mujeres?
Todos sabemos que esta vida tiene una doble esencia, la espiritual y la física. En la esencia espiritual, invito a mis hermanas a depender de Dios Todopoderoso, por medio del Señor Jesucristo (con todo respeto a las demás religiones). No entregarse a fuerzas ocultas para alcanzar sus objetivos (si es el caso de alguno siempre puede retirarse, es posible), no depender de iglesias, de pastores ni de sacerdotes, sino de Dios, primeramente. Él es real y es la fuente de Todo.
En cuanto a la esencia física, ruego priorizar la educación y el trabajo duro. El trabajo que no se encuentra se crea. Antes de empezar a trabajar en Malabo, estuve varios meses en paro, depositando en diferentes entidades y empresas que desestimaron mi documentación por falta de experiencia. Sé lo que es desesperarse por falta de trabajo. Lancé una agencia (ahogada por las crisis del Covid-19…), inicié una serie de intercambios que permitieron compartir mis conocimientos y competencias… siempre hay algo que podamos hacer. Eduquémonos lo más que podamos (educación de base y educación profesional), trabajemos duro.
¡Muchas gracias Axana por la entrevista!