¿Cuál es el lugar de la mujer en el siglo XXI?

El lugar de la mujer en el siglo XXI es, el mismo lugar que el hombre., uno al lado del otro, ni un paso atrás.

¿Cuál es el lugar de la mujer en el siglo XXI?

Según el último Informe sobre Brecha Global de Género del Foro Económico Mundial (WEF), harían falta 132 años para lograr la igualdad entre hombres y mujeres. Este índice mide el progreso hacia la paridad, atendiendo a cuatro dimensiones; participación y oportunidades económicas, logros educativos, salud y supervivencia y empoderamiento político. Basándose en los resultados obtenidos, elabora una lista de los 10 países más paritarios del mundo. Ruanda se cuela en esta lista, como el sexto país más paritario del mundo. ¿Qué hace Ruanda para que haya conseguido este logro? Apostar por la educación, la salud y la supervivencia de las mujeres.

¿Cuál es el lugar de la mujer en el siglo XXI?

Esta es la cuestión que debemos abordar cada 8 de marzo, sin caer en las corrientes y modas consumistas que presentan este día, sólo como un producto de marketing para aumentar las ventas de todo tipo de productos y servicios. Silenciando así, la esencia y el significado de esta importante fecha.

El 8 de marzo debería ser un día en el que todas las mujeres, juntas, compartiéramos la reivindicación global por nuestros derechos; que nos pertenecen como seres humanos e iguales. Un día en el que honramos a todas aquellas mujeres que con su coraje y solidaridad, han ido allanando el camino que hoy pisamos. Sí, “el camino hace a la igualdad”.

La desigualdad te afecta seas pudiente o pobre, seas economista o ama de casa, seas supermodelo o modelo de supermercado, seas soltera o casada, tengas hijos o no; te afecta porque eres mujer. Cuando los violadores no cumplen sus penas, cuando el acoso sexual en el trabajo se normaliza, cuando tu pareja no quiere coger la baja paternal, cuando tu valor viene dado por el tamaño de tus atributos, cuando te callas una vez tras otra por miedo al abandono, cuando debes jugar un papel para sentirte válida, cuando tus compañeros ganan más que tú por el mismo empleo, cuando no denuncias una violación en el hogar por miedo, cuando tus oportunidades se reducen por cuestión de género, cuando aguantas humillaciones por miedo, cuando finges un accidente de hogar para silenciar una paliza, cuando educas a tu hija en la mercantilización de su cuerpo, cuando normalizas el desprecio por parte de tu pareja. Que nadie te confunda. Los derechos los pide el que está siendo asfixiado. Si no los visibilizamos la injusticia, no desaparece. Si no nos apoyamos entre nosotras, ninguna ganará.

Nos queda mucho que caminar, por eso, necesitamos espacios de unión y plataformas donde nos expresemos con libertad, necesitamos leyes que prohíban expresamente la discriminación por cuestión de género, necesitamos políticas públicas claras de discriminación positiva para conseguir la paridad económica. Porque sin oportunidades laborales y económicas no hay empoderamiento y sin empoderamiento no hay igualdad.

El lugar de la mujer en el siglo XXI es, el mismo lugar que el hombre., uno al lado del otro, ni un paso atrás.

Salir de la versión móvil