El Villarreal, que sueña con jugar su primera final de la Champions, necesitará remontar un 2-0 el 3 de mayo en el estadio de La Cerámica, en la vuelta de semifinales contra el Liverpool, para estar el día 28 en París. Pero, por juego, por ocasiones, puede decirse que el Villarreal salió vivo ayer miércoles de Anfield y que el resultado fue la mejor noticia para el equipo que dirige Unai Emery, que no tuvo ninguna ocasión de marcar.
El Liverpool, con un gran Thiago Alcántara (MVP del encuentro), empezó la primera parte a todo ritmo, a pura presión, atacando sin cesar, un escenario habitual en los partidos de los ‘reds’, pero el Villarreal resistió. El equipo de Unai Emery (que en 2005-06 le ganó con el Sevilla una final de la Europa League al Liverpool ya dirigido por Jürgen Klopp) supo defenderse con acierto y logró que las revoluciones de los ‘reds’ bajaran. Los ‘groguets’ atacaron las bandas y obligaron a los ‘reds’ a buscar sus posibilidades desde fuera.
Tuvo ocasiones el Liverpool en dicha primera mitad, como un remate de cabeza de Sadio Mané (a pase de Mohamed Salah) que salió alto, un disparo del propio Salah igualmente por encima de la portería, otro desviado de Mané y sobre todo el chut de Thiago Alcántara al palo.
Pau Torres tuvo que ser atendido tras recibir un golpe cuando desvió de cabeza el balón en una falta servida por Trent Alexander-Arnold, pero el defensa de Vila-real pudo volver de inmediato al encuentro.
Resistió el Villarreal en la primera parte, no así en la segunda, en la que de nuevo el Liverpool arrancó asediando la portería de Gerónimo Rulli. Esta vez el equipo de Unai Emery no pudo frenar a los ‘reds’. En dos minutos de pesadilla para el Villarreal, los ‘groguets’ encajaron dos tantos. Fue en el 53’ cuando, tras un pase de Salah, Jordan Henderson centró y el balón fue desviado hacia su propia portería por Pervis Estupiñán, sin que Rulli pudiera hacer nada para evitarlo.