Marcelo Vieira ha decidido poner fin a una carrera repleta de momentos inolvidables. Con 36 años, culmina así un trayecto que comenzó en Fluminense, continuando con un impresionante legado en el club blanco, además de sus efímeros capítulos en otros equipos. A través de un emotivo vídeo difundido en redes sociales, el jugador explicó el origen de su pasión: «Mi amor por el fútbol viene por mi abuelo. Él quería que fuera futbolista profesional e hizo todo para conseguirlo», afirmaba.
Estas palabras resumen el espíritu que lo llevó a debutar en Brasil siendo muy joven, para dar el salto a Europa con apenas 18 años. Allí encontró un lugar especial en la capital española, donde formó una familia y forjó una relación con la afición del Real Madrid, llegando a definirse a sí mismo como «un madrileño más». Durante 16 temporadas, levantó 25 trofeos y celebró conquistas tan destacadas como cinco Champions League.
Por otra parte, con la selección brasileña, disputó 58 encuentros, anotando 6 goles y logró una medalla de bronce en las Olimpiadas de Pekín 2008 y otra de plata en Londres 2012, además de una Copa Confederaciones en 2013.
Su retorno a Fluminense supuso reconectar con sus orígenes. Precisamente, en ese entorno, el lateral consiguió levantar la Copa Libertadores, uno de los trofeos más codiciados en Sudamérica. No obstante, el desenlace en el club de sus amores resultó algo turbulento: tras un breve desencuentro con el cuerpo técnico, su contrato llegó a su fin el 2 de noviembre de 2024, sin imaginar que aquel sería también el cierre de su carrera.
La leyenda del Real Madrid disputó más de 700 partidos, 58 goles y 117 asistencias. En su mensaje final, el propio ex jugador dejó una frase que retrata su sentir: «Mi historia como jugador termina aquí, pero todavía tengo mucho que aportar al fútbol. Gracias por tanto».
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