El Covid persistente es el que continúa tras superar la enfermedad y que provoca dolencias que pueden afectar en el día a día de la persona. Por ejemplo, el covid persistente provoca dolencias en el corazón, pulmones, cerebro y otras zonas del cuerpo. Además, un estudio ha demostrado que las vacunas podrían no prevenir muchos de los síntomas prolongados.
La Universidad de Washington en St. Louis (EEUU) ha determinado, a través de un estudio, que la vacunación podría no ser suficiente ante algunos de los síntomas del covid persistente.
La investigación ha concluido que en comparación con los contagiados que no han recibido ninguna dosis, las personas que se han vacunado contra el COVID-19 podrían reducir un 34% el riesgo de fallecer por la enfermedad y hasta un 15% el riesgo de desarrollar COVID persistente a los seis meses tras superar el coronavirus.
Los síntomas de covid persistente que reduce la vacuna
Este estudio reveló que las vacunas tienen la capacidad de reducir en un 56% el riesgo de trastornos de la coagulación de la sangre y en un 49 % de problemas pulmonares. No obstante, no se encontró gran diferencia entre los vacunados y los no vacunados respecto al riesgo de problemas neurológicos, síntomas gastrointestinales, insuficiencia renal y otras afecciones a largo plazo.
Según los resultados, se puede afirmar que pasar el COVID-19 puede tener consecuencias prolongadas en el tiempo incluso estando vacunados. Entre el 8% y el 12% de los que han recibido la pauta completa de vacunación y han tenido infecciones de covid pueden acabar desarrollando COVID persistente.