Lo mejor de la PCR y de los test de antígenos rápidos. Eso es lo que han querido aunar investigadores del ICFO, especializados en el desarrollo de biosensores, e IrsiCaixa en un nuevo dispositivo capaz de detectar el Covid-19 en muestras de saliva. Se trata de un sensor que, con la ayuda de la luz, puede descubrir en la saliva concentraciones muy bajas de SARS-CoV-2, virus que origina el Covid.
Según sus creadores, el sistema ofrece gran sensibilidad y especificidad, como una PCR, y resulta sencillo de utilizar, tiene un bajo coste y los resultados se obtienen de manera rápida como un test de antígenos. Concretamente, se puede conocer el resultado en menos de 30 minutos sin que tenga que ser utilizado y manipulado por personal cualificado y tratado en un laboratorio especializado. Además, al tomarse muestras de saliva, se evita la recogida vía nasal que resulta más incómoda para los usuarios.
Según explica la investigadora del ICFO, Rubaiya Hussain, «el dispositivo usa un par de gotas de saliva y marcadores de luz fluorescente. Cuando se recogen las muestras de saliva de los pacientes, las introducimos en una solución que contiene anticuerpos fluorescentes. Si en la muestra de saliva hay partículas virales, los anticuerpos fluorescentes se ‘adhieren’ al virus». El láser ilumina la muestra y, en el caso de que contenga carga viral, emite una señal gracias al marcador fluorescente.
El sensor se probó en 54 muestras que arrojaron 31 casos de un total de 34 positivos con solo tres falsos negativos.
Los investigadores resaltan que con solo un dispositivo se podrían llevar a cabo hasta 2.000 pruebas diarias. También destacan el bajo coste de los componentes utilizados en la fabricación que permitiría su producción a gran escala, así como el impacto positivo que tendría para el medio ambiente al reducirse el volumen de los residuos generados por los envoltorios de plástico de los materiales con los que se llevan a cabo las pruebas PCR y de antígenos.
Y no solo podría usarse para detectar el Covid. La también investigadora del ICFO y coautora del trabajo, Ewelina Wajs, señala que «seleccionando los anticuerpos adecuados, esta tecnología podría adaptarse para la detección de otros virus, tales como los coronavirus estacionales o el virus de la gripe o, incluso, microorganismos presentes en cuerpos de agua, como la legionella o el e-coli, con un tiempo de respuesta más rápido que el de los análisis realizados habitualmente a partir de cultivos».