La Teoría de la Evolución es, sin ningún género de dudas, una de las piedras angulares sobre las que se asienta la biología en la actualidad. Postulada por el británico Charles Darwin en 1859 en su libro ‘El origen de las especies’, sintetiza uno de los principios básicos de la vida: los animales sufren adaptaciones genéticas para sobrevivir al medio ambiente a lo largo de generaciones, donde la selección natural juega un papel fundamental. Pero, ¿fue Darwin el primero?
Evidentemente, el estudio y análisis pormenorizado de Darwin le permitieron ser la primera persona en formalizar una teoría científica consolidada, mediante la que podemos entender mejor a las diferentes especies animales que habitan el planeta. Ahí la selección natural pasa a tener un peso fundamental, donde la adaptación y evolución de diferentes mecanismos son los que explican por qué una especie logra sobrevive y otra no.
Poco antes de que Darwin explicara su teoría, muchos otros científicos ya habían valorado la posibilidad de que las especies animales hubieran evolucionado a lo largo de los años. En el siglo XVIII y XIX, muchos expertos empezaron a tener en cuenta esta situación, algo que incluso el biólogo Charles Bonnet llegó a plantear pocos años antes de que Darwin explicara su teoría. El caso más conocido es el de Alfred Russel Wallace, conocido por haber propuesto una teoría de evolución a través de la selección natural independiente de la de Darwin que motivó a este a publicar su propia teoría. Sin embargo, ninguno comprendía el mecanismo que tendría como resultado dicha evoución.
Pero sí hubo alguien que ya habló en términos muy similares a los que lo hizo Darwin. Lo curioso es que lo hizo un milenio antes de que se hiciera popular la teoría del científico británico. Se trata de Abu Usman Amr Bahr Alkanani al-Basri, quien era conocido como Al-Jahiz, un apodo que hace referencia a sus ojos saltones, quien fue capaz en el año 781 de nuestra era de hacer un postulado científico parecido al del Darwin… llegando incluso a hablar literalmente de ‘selección natural’.
Nacido en Basora (Irak), este filósofo musulmán formó parte del movimiento Mutazilah, una corriente basada en el ejercicio de la razón para analizar el mundo que les rodeaba. Así, todo tipo de vertientes filosóficas eran tratadas por Al-Jahiz, incluso la biología, para la que escribió el conocido como ‘El libro de los animales’. Fue en ese escrito en el que, precisamente, utiliza una vía de pensamiento muy parecida a la que 1000 años después utilizó el propio Darwin.
Para Al-Jahiz, los animales sobrevivían a base de ser competitivos, esto es, ser el mejor a la hora de encontrar alimentos, de defenderse, de encontrar refugio o de proteger a sus crías, lo que daba lugar a cambios de comportamiento y físicos que se transmitían de generación en generación. Incluso llega a hablar de cambios en ciertas especies debido a las migraciones a las que se vieron sometidas o a los cambios en el medio ambiente.
Desarrollo para sobrevivir
«Los animales se involucran en una lucha por la existencia y los recursos, para evitar ser comidos y reproducirse. Los factores ambientales influyen en los organismos haciendo que desarrollen nuevas características para asegurar la supervivencia, transformándolos así en nuevas especies. Los animales que sobreviven para reproducirse pueden transmitir sus características exitosas a sus descendientes», indica Al-Jahiz, en extractos publicados por ‘BBC’.
Se sabe que cuando Darwin dio a conocer su Teoría de la Evolución, muchos coetáneos hablaban de la vía mahometana de conocimiento, pero también se sabe que el británico nunca llego a estar en contacto con la obra de Al-Jahiz. Autor de más de 300 libros, solo unos pocos llegaron hasta mediados del siglo XIX, entre ellos ‘El libro de los animales’. Quizá no llegó a leerlo ni tener conocimiento de ese escrito, pero también hubo una evolución en el pensamiento que le llevó a sus conclusiones.