El perímetro del Instituto Francés de Saint Louis acogerá una residencia de investigación y de creación dedicada al colectivo de artistas e intelectuales a partir del mes de mayo. “Supondrá una oportunidad única de favorecer encuentros e intercambios entre creadores africanos, y de crear puentes entre franceses y senegaleses, entre ciudadanos del mundo”, señaló Christophe Bigot, el embajador francés en Senegal, en un acto institucional de la semana pasada en el barco Bou El Mogdad.
La selección del lugar, anunciado por el propio presidente de la República Emmanuel Macron en su visita a Senegal en 2018, responde “a la tradición de la ciudad en su apertura al mundo” y se espera que, por la especificidad del contexto natural, cultural y espiritual en el que se enclava, enriquezca las creaciones artísticas.
Al evento de presentación de la que será la primera villa artística francesa en África subsahariana —existen otras cinco en Saigón, Túnez, Madrid, Roma y Tokio— y la única multidisciplinar, asistieron promotores culturales, financiadores y representantes institucionales de la ciudad. Además, se restituyeron los primeros trabajos de residencia piloto comisionados por Víctor Faye desde mediados de enero: Tri AA furcula manifest 1 de la diseñadora Selly Raby Kane, icono continental del afrofuturismo y Ubuntu Roads, proyecto musical encabezado por Alibeta y con la colaboración de Macia Higuelin.
A partir de mayo, las convocatorias saldrán cada dos meses y serán evaluadas por un jurado por la especificad de su práctica —espectáculo en vivo, artes plásticas, artes numéricas, escritura o investigación—, las temáticas abordadas y sus perspectivas futuras. Serán los artistas africanos, los franceses o los francófonos los que podrán postularse a trabajar en este centro, que cuenta con todas las comodidades además del acompañamiento de un equipo técnico y de diversos espacios de trabajo a disposición de las personas seleccionadas.
La duración de las estancias variará entre uno y tres meses porque este es el tiempo mínimo para dejar huella y hacer de la Villa un espacio de incubación, según los promotores de la misma, y se acogerá simultáneamente a tres artistas, de los que se espera que “interactúen entre sí, con el entorno y con la juventud local”.
El proyecto arquitectónico, dirigido por Gilles Perraudin, respeta la tradición saintlouissien, y el plan de salvaguarda del patrimonio Unesco —ya que se asienta en la antigua Villa Mermoz, clasificada como de interés patrimonial alto—, y cuenta como arquitectos de ejecución y de seguimiento de obra a los españoles Laura Santos y Adriano Redondo.
El espacio se une a los ya existentes en la ciudad para acoger artistas nacionales, regionales e internacionales: la residencia Waaw , en el barrio Norte, y Le Château , en el barrio de Santhieba en La Langue de Barbarie.