P: ¿Cuáles son los logros que han sido alcanzados desde que está usted al frente de esta universidad?
R: Muchos son los logros alcanzados desde que asumimos la dirección de la Universidad. En el discurso de mi toma de posición había identificado los objetivos y las prioridades absolutas en su sano juicio que eran de absoluta urgencia para su puesta en marcha porque teníamos que poner en práctica nuestro plan de acción.
Los aspectos de las infraestructuras los situamos en el primer plano. Después venía el equipamiento en el interior de las aulas, los pupitres, las mesas, las pizarras, etc. Luego gestionamos las infraestructuras científicas que comprenden los laboratorios, la red de internet, la biblioteca y los libros de textos para todas las carreras que componen las diferentes facultades. A estos aspectos se suma la docencia, es decir, regular la actividad docente para controlar su permanencia y asistencia en las aulas y la mejora gradual del sistema LMD-GMD, de la carta magna de Bolonia que comprende los niveles académicos de Licenciado, Máster y Doctorado.
P: Después de estos logros, ¿cuáles son los próximos retos que tiene esta institución?
R: Tenemos demasiados retos, pero existen unas prioridades establecidas. El primero es mejorar los procedimientos de acceso a la Universidad para los estudiantes, es decir, estar en contacto con los centros educativos porque la cantera de la universidad está en esos centros de enseñanza secundaria. Para ello deberá cumplir de forma íntegra con los programas anuales para que los alumnos estén capacitados cuando lleguen a la Universidad Nacional, ya que nuestros estándares de exigencia son de calidad y se adaptan a las exigencias universales.
En segundo lugar, mejorar la cualificación del profesorado y su catalogación (profesor ayudante, catedrático, honorario y profesores con méritos). De tal suerte que cuando uno solicite impartir las clases sepamos a través de nuestros parámetros, en qué escalafón podemos ubicarlo.
También la formación del profesorado en niveles de Máster y Doctorado porque queremos crear otra generación de profesores que respondan y reúnan los requisitos establecidos por el nuevo plan de estudios. Esto se debe a que la plantilla actual la asumimos, pero debemos mejorar sus capacidades, eso a base de la formación a nivel interno o externo. Para ello hemos suscrito acuerdos de formación con las universidades con las que tenemos hermanamiento como las españolas. Continuaremos también mejorando las infraestructuras científicas con una tecnología que permita al egresado de nuestra universidad estar en competencia para manejar las nuevas tecnologías. Mejorar también la calidad de los trabajos fin de grado.
P: Hablando del abasto en el espacio, ¿inquietud que señalan los estudiantes, podría aclararnos hasta qué altura están las obras del nuevo campus de la UNGE?
R: La infraestructura no está todavía en las manos de la directiva nuestra, pero sabemos que están en un orden del 70% de su ejecución. Esperamos que de aquí a unos años puedan pasar en el haber infraestructural de la UNGE porque son también infraestructuras de titularidad del Estado como la misma universidad.
P: Entremos ahora en las pruebas de selectividad cuyos resultados son desastrosos en los últimos años, entonces, ¿cuál es su parecer en torno a esta problemática?
R: Mantengo que debemos trabajar en coordinación con los centros que constituyen la cantera de nuestra universidad. El sistema de enseñanza secundaria está dividido en dos ciclos; la enseñanza secundaria básica y el bachillerato. Lo que se debe saber a priori es el perfil de los que imparten clases en el ciclo secundario para hacer la misma inspección a los profesores del bachillerato y conocer el criterio de promoción con el que han terminado estos niveles. Tiene que haber una evaluación interna y otra externa. No se sabe si en los centros públicos se cumple con los programas anuales porque los entes encargados de la educación no tienen datos estadísticos que indiquen el funcionamiento de cada centro.
La prueba de selectividad constituye un examen externo para ver si los alumnos que proceden de los diferentes centros han asimilado los conocimientos impartidos y su profundidad. Aquí solo hacemos un examen para seleccionar a aquellos que responden a nuestras exigencias, y las pruebas se elaboran en coordinación con los programas anuales del bachillerato. Hay suspensos, desde aquí lo sabemos, pero si miramos las estadísticas que arrojan buenos resultados, observaremos que los centros como la Salle, Ewaiso, Nzé Abuy, Escolapios, etc. encabezan esas estadísticas, y lo cual hace ver el grado de cumplimiento de sus programas y la profundidad con la que imparten. Cuando un centro manda a cien estudiantes a la selectividad y suspenden todos, el mal trabajo es del mismo centro por la falta de exigencia académica.
P: Señor rector, regresando al funcionamiento de la unge, queremos una explicación en torno a la demora con la que se paga a los estudiantes.
R: El Gobierno es el que concede incentivos a los estudiantes como una forma de estímulo para sus estudios mediante unos criterios que la universidad ha establecido. Desde el momento en que recabamos toda la información de los expedientes de los futuros beneficiarios, tramitamos todos esos datos a los entes que manejan las llaves del dinero a través de los mecanismos que utilizan para canalizar los expedientes. Tenemos copias desde aquí porque teníamos la inteligencia de que para el mes de junio, los estudiantes ya habrían recibido sus dineros, pero, como no es la universidad la que paga, no podemos presionar al gobierno. Pero les garantizo que se pagará, tarde o temprano.
P: Señor rector, la gente comenta que desde que llegó usted a esta universidad la selectividad se ha convertido en un obstáculo para los alumnos, por ende, dan su concepto y atribuciones a la UNGE. ¿Podría decirnos qué es esta institución?
R: Existe lo que se llama cultura científica, también existe lo que se denomina cultura universitaria. Hay muchísima dificultad en torno al arraigo y la implementación de la cultura científica en una sociedad que está lejos del conocimiento. La sociedad del conocimiento es donde la gente vale por lo que sabe, no por lo que tiene.
Cualquiera no puede opinar de la universidad. Pero como todo el mundo quiere hacerlo en nuestra sociedad, esa gente constituye entonces un problema para ellos mismos porque quieren opinar sobre un lugar al que no llegaron. Desde que estoy aquí como rector, he puesto como prioridad la calidad de la enseñanza, y lo que garantiza esa calidad es el profesorado. La misma calidad se establece en los procedimientos de admisión a los estudiantes, porque si se abre el grifo para que salga toda el agua y que entre en el cubo, algunos bichos infiltraran. Pero cuando hay filtro, cuando pasa del filtro al consumo, el agua potable será de calidad. Y como yo priorizo la calidad tanto en el estudiante como en el profesorado, piensan que el problema soy yo. Y lo exijo porque a mí también me han exigido donde estudié, para ser un especialista de calidad tienes que sufrir. La primera exigencia es la selectividad, si la superas te esperan los créditos, después viene el trabajo de investigación fin de carrera. Y si somos patriotas y queremos a nuestro país, debemos conseguir que los egresados de aquí sean competitivos. Hemos firmado acuerdos de cooperación con universidades del mundo desarrollado y debemos estar a su altura, no bajaré nunca la guardia. Mi filosofía de universidad y de vida es que los hijos sean mejores que sus padres.
Fuente: Estanislao Ondo ESONO MOKUY