El mes sagrado musulmán del ramadán comienzó ayer miércoles, 22 de marzo. Los fieles musulmanes comienzan un mes de ayuno desde el amanecer hasta la puesta del sol con la intención de acercarse a Dios y recordar del sufrimiento de los menos afortunados.
Durante los próximos 30 días, los musulmanes se abstendrán de comer o beber cualquier cosa, incluso el sorbo de agua más pequeño, desde el amanecer hasta el anochecer. Muchos observarán más estrictamente las oraciones, donarán a beneficencias y dedicarán más tiempo a la lectura del Corán en un intento por acercarse más a Dios.
Este mes sagrado se verá ensombrecido por el sufrimiento en Turquía y Siria, en donde un sismo del mes pasado mató a más de 52.000 personas, y en zonas de conflicto en el mundo musulmán, aunque ha habido señales alentadoras de una posible reconciliación.
Se anticipa que más de 1.800 millones de musulmanes, que representan aproximadamente una cuarta parte de la población mundial, observen el ramadán.
El islam sigue un calendario lunar, por lo que el mes comienza aproximadamente una semana y media antes cada año, pasando por todas las estaciones, incluidos los largos y calurosos días del verano.
El inicio del mes depende del avistamiento de la Luna creciente por parte de las autoridades religiosas locales y los astrónomos, y en ocasiones puede variar de un país a otro. Pero este año, hubo un extendido acuerdo de que comenzó el miércoles por la noche y el jueves se declaró el primer día de ayuno.