El Real Madrid ha fichado un futbolista veterano (28 años) y fiable. En el césped y fuera. Su vida es ordenada. Es una buena noticia para los tiempos que corren y los escándalos que rodean a las estrellas. Seguimos asombrados por cómo se le ha ido de las manos a Neymar su carrera desde que salió del Barcelona. Hoy doblemente denunciado por una supuesta violación y la divulgación de los mensajes privados con contenido sexual. Eden Hazard es todo lo contrario a Neymar. Florentino Pérez puede estar más que tranquilo. El belga es un señor. Educado, respetuoso y con valores. De pensar en fichar al gran deseado (Neymar) a anunciar que viene un caballero (Hazard). Aunque nunca se puede descartar que Ney acabe algún día de blanco o, quién sabe, regresando al Barcelona.
Hazard es el uno de esos ejemplos de cómo un futbolista tiene que llevar una vida ordenada y ser protagonista en el campo. Familiar y celoso de su vida privada. Casado con su novia de toda la vida, Natacha Van Honacker, a quien conoció cuando tenían 14 años e iban juntos a la escuela. Desde entonces son inseparables. Un amor de por vida. Inseparables desde que Hazard viajó a Lille y en 2012 fichó por el Chelsea. Natacha siempre ha estado ahí. Ha sido el apoyo clave para dar el equilibrio a un precoz futbolista que iba para estrella. Un matrimonio fiel y sólido que tiene tres hijos: Yannis, Leo y Sammy.
De Eden Hazard cuentan que es un soñador. Un día, en la escuela, durante una asignatura de religión escribió en un ejercicio que iba a ganar un Balón de Oro cuando fuera futbolista. En las siete temporadas en Inglaterra con el Chelsea no lo ha conseguido. Está en la pomada como uno de los mejores del mundo. Puede que tenga, como suele decir Florentino, más posibilidades en el Real Madrid. A Cristiano Ronaldo no se le dio nada mal cuando dejó el Manchester United y llegó al Madrid. El portugués se marchó a la Juventus y el último Balón de Oro es Luka Modric. Florentino un día le tiró los tejos a Neymar. Dijo, en la noche que Cristiano recibió en París un Balón de Oro, que el brasileño tendría más posibilidades si jugara en el Real Madrid. El portugués se puso celoso.
Llega Eden Hazard al Real Madrid en un momento clave para un proyecto que necesita recuperar la ilusión de los aficionados. En una temporada mala, con tres entrenadores y con el Bernabéu vaciándose, hacía falta uno de esos fichajes galácticos. Hazard lo es. Florentino vuelve a fichar a un futbolista de primer nivel que viene para ser titular. No hay dudas de que Zidane le dará galones de líder. «Estamos fichando suplentes», dijo Mijatovic esta semana en la ‘Cadena SER’. El Madrid ya había fichado a Rodrygo, Militao y Luka Jovic, tres jugadores de los que no se puede decir que vienen para entrar directamente en el equipo titular. Buenos refuerzos para las rotaciones, para agitar la plantilla, fomentar la competencia y reforzar la segunda unidad. Eden Hazard es otra cosa. Fichaje de campanillas para hacer un equipo entorno a él. Un líder en el campo. De los que se echa el equipo a sus espaldas. Algo que no ha hecho Gareth Bale.
El precio es discutible. Para unos, los 100 millones de euros (más la cantidad variable por objetivos) pagados pueden ser caros porque al belga le quedaba una temporada de contrato en el Chelsea. Para otros es correcto según está el mercado de caro e inflado. Para Zidane era esencial armar un equipo con un jugador que desea y era urgente. No se podía esperar más. Cristiano Ronaldo dejó 100 millones de euros en la caja y después de una temporada para olvidar en el Madrid se tenía la obligación de ir a por un ‘crack’. Si no se puede con Neymar y Mbappé, es muy buena opción el fichaje de Hazard.
