Francia consiguió la victoria por la mínima ante una Nigeria que plantó cara, pero que poco pudo competir a partir de que las francesas salieran con una marcha más tras el descanso. La capitana Renard, con un gol de penalti, cerró la fase de grupos con una participación de sobresaliente de la anfitriona. En octavos, le espera el mejor clasificado de los Grupos C, D y E. Precisamente ser una de los cuatro mejores terceros es lo que espera ahora Nigeria, que deberá de esperar al término de la fase de grupos para conocer si pasa a la siguiente ronda.
El partido en Rennes llegaba con dos aires muy diferentes. Francia afrontaba el encuentro con la calma de tener asegurado el pase a octavos y de que con un empate seguiría siendo líder. Y así lo demostró en su juego, más pausado que en los dos duelos anteriores. El equipo francés quería cerrar esta fase de grupos de manera impecable y, para ello, no tendría sobre el verde a su estrella Le Sommer, quien ya lleva dos tantos en el esta Copa del Mundo. No fue la única variante que presentó Diacre para el partido, dando entrada a las menos habituales Perisset, Bilbault y Cascarino. Por su parte, Nigeria sacó a relucir en el primer tiempo su poderío físico. Corriendo como nunca, las africanas buscaban ese soñado pase a octavos.
Le costó arrancar a Francia su ritmo ofensivo. El equipo galo se mantuvo sin arriesgar durante los primeros tiempos del encuentro, pero pronto comenzó a increpar el área nigeriana. Las africanas salieron a por todas desde el inicio, pero no logró generar jugadas de ataque de verdadero peligro. El conjunto nigeriano buscaba una y otra vez jugadas rápidas a través de la veloz Oshoala, pero el gol no llegó ni para unas ni para otras, con descanso a cero al descanso.
El duelo dio un giro en la segunda parte. Francia tomó ritmo ofensivo, pero el gol se resistió ante una Nigeria que levantó un gran muro defensivo para evitarlo. En busca de ello, Diacre sacó a su artillería pesada dando entrada a Gauvin y Le Sommer. Se vino arriba el estadio francés, que rugió con la salida de su máxima artillera, y también lo hizo el equipo. Los cambios dieron otro aire al equipo francés, que necesitó dos oportunidades para marcar de penalti. Renard no pudo convertir una primera pena máxima, tras pegar en el palo, pero el VAR revisó la jugada y decidió repetir el penalti porque la portera estaba adelantada de la línea de gol. En esta ocasión no falló la capitana de Francia, que jugaba ahora con superioridad numérica, después de que en el penalti, que fue revisado también por el VAR, Ebere fuera expulsada por segunga amarilla.
Se complicaron aún más las cosas para las nigerianas, con una Oshoala que se marchó lesionada. El partido estaba muerto. A Nigeria le faltaban piernas ante una Francia que pudo aumentar la distancia en el marcador con varias ocasiones claras, pero no estaba siendo un gran día para el gol de las francesas. Los últimos minutos pasaron factura al equipo africano, mientras en las gradas se armaba la fiesta. La anfitriona cerraba la fase de grupos como líder y con pleno de victorias.
