Produce satisfacción comprobar que el patrimonio futbolístico de España no está en quiebra. Hay futuro. El triunfo de la Selección española Sub-21 es la confirmación de que el ‘tiqui-taca’ no ha muerto con un triunfo solvente (2-1) ante Alemania. Con buen juego, carácter y sufrimiento. Es el éxito de una generación de futbolistas que veían en sus casas cómo la absoluta conquistaba un Mundial y dos Eurocopas con el estilo más brillante y eficaz jamás visto en la historia de España. Con la idea futbolística que maravilló al mundo y que hizo de nuestro país la envidia del resto de rivales. Esos chicos fueron esponjas de los Xavi, Xabi, Silva, Iniesta, Fernando Torres… Se empaparon de la identidad con la que España vuelve a reinar en Europa en la categoría Sub-21. Futbolistas que tienen que sumarse al proyecto del nuevo seleccionador, Robert Moreno, y seguir con la apuesta más ganadora que ha inventado nuestro fútbol.
La España de Luis de la Fuente resucitó el ‘tiqui-taca’ contra los alemanes. Un país que, en la época dorada de Luis Aragonés y Vicente Del Bosque, venían a nuestro país a descubrir por qué jugábamos de esta manera y cómo lo hacíamos. Los alemanes copiaron lo bueno de España y en el final de ciclo de la mejor Selección española de todos los tiempos cogieron el relevo de campeones del mundo. La victoria de la Sub-21, el quinto europeo en la historia en este nivel, significa el regreso a la esencia del mejor estilo. El problema no es si la táctica o la filosofía estaba caducada o nos habían cogido el truco. Era cómo interpretarla. Hay y seguirá habiendo los mejores ingredientes: calidad, talento y creatividad. A esto hay que ponerle sacrificio, hambre y pasión. Mucho comprimiso. Lo hizo la Sub-21. Hasta cuando tocó sufrir, en la segunda parte, España no bajó los brazos. Es otra de las claves del éxito de esta Selección: todos atacan y defienden. Manda y resiste. Es un placer ver a esta España. Disfruta con la pelota y aprieta los dientes para recuperarla. Son agresivos y resistentes.
En los años de transición de Del Bosque a Lopetegui, por medio el interino y breve Fernando Hierro, hasta llegar a Luis Enrique y ahora con Robert Moreno se han ido perdiendo grandes citas por el peso de la mochila que suponía caer en las comparaciones de tener que estar a la altura de los padres del ‘tiqui-taca’. Sin Xavi, Xabi, Puyol, Torres… Con Iniesta y Silva en la cuesta abajo… Con la renuncia de Piqué, los los federativos… El ciclo se fue agotando y los que cogieron el relevo se bloquearon. Los que están en la absoluta tienen tanta calidad y son tan buenos como para seguir con la propuesta y quitarse el lastre. Que miren el éxito de la Sub-21. Cuando España, en cualquier categoría, juega sin piedras en las botas y una fuerte mentalidad es la candidata a todo. Lo acaban de de demostrar los chavales de la Sub-21. El estilo del ‘tiqui-taca’ lo han llevado a su máxima expresión. Con la diferencia que han jugado este Europeo con soltura, atrevimiento, pasión, hambre… Ingredientes claves para llevarse por delante a cualquiera rival por muy potente que sea.
El’ falso nueve’, la clave
España salió a jugar la final contra Alemania sin complejos de inferioridad. Hace años que dejó de ser una selección menor, en cualquier categoría, y empezar los partidos con miedo o demasiado respeto. Sometió a los alemanes. Lo metió en su campo con la posesión de una alineación que volvió a apostar por el centro del campo y el ‘falso nueve’ con Oyarzábal. En la segunda parte, cuando aparecieron los apuros, el primer cambio fue el de Carlos Soler por Oyarzábal. Dani Olmo ocupó el puesto de ‘falso nueve’. La clave del éxito de la España Sub-21 fue jugar en todo momento con seis centrocampistas para doblegar a los alemanes. Con Marc Roca, Ceballos, Fabián Ruiz, Fornals, Oyarzábal (primero) y Dani Olmo (después) de medio campo hacia delante se fabricó el triunfo. Futbolistas talentoso, creativos, de buen pie y descarados. Con excelente precisión en el toque y personalidad asestaron el golpe, en el minuto cinco, con un golazo de Fabián Ruiz desde fuera del área. Cuando más agobios tenía España apretaron los dientes y se montó un contragolpe que culminó con el segundo gol Dani Olmo. Hundieron a los alemanes.
Fabián, el jugador que salió de la cantera del Betis y compró hace un año el Nápoles por 30 millones de euros, es la gran sensación de este Europeo. Un futbolista exuberante por la planta y la facilidad que tiene para llegar a las cercanías del área y pegarle duro y colocado a la pelota con la zurda. Un jugón que se tuvo que marchar a Italia porque los grandes de España no acababan de confiar en su calidad y desparpajo. Ahora se lo rifarán y empiezan a salir informaciones de un interés del Real Madrid. Para qué fichar a Pogba si Fabián es un futbolista con llegada, gol y presencia física. Además, de más barato. Ha sido el Europeo de Fabián como el de Ceballos. El madridista se ha reivindicado con jerarquía en todos los partidos. Con mucho sacrificio, acciones brillantes de calidad y golazos. Una España bien equilibrada con Marc Roca, de medio centro defensivo, y la profundidad de Dani Olmo, Junior por el costado izquierdo, la versatilidad de Soler, las ganas de Borja Mayoral… Un porterazo, Sivera, que ha tenido paradas decisivas en momentos oportunos. La contundencia de Jesús Vallejo y Unai Núñez… Una España que devuelve la ilusión y la esperanza a un país y un seleccionador absoluto, Robert Moreno, que tiene que tomar nota, coger el testigo, dar continuidad a esta idea, empezar a formar un bloque y sacar lo mejor de todo el talento español.
Ficha del partido
2. España: Sivera; Aguirregabiria, Vallejo, Nuñez, Firpo; Roca, Fabián (Merino, m.78), Olmo, Ceballos, Fornals (Mayoral, m.72); Oyarzabal (Soler, m.55).
1. Alemania: Nubel; Klostermann, Tah, Baumgartl, Henrichs; Eggestein (Nmecha, m.78), Oztunali (Richter, m.73), Dahoud, Serdar (Neuhaus, m.61); Amiri, Waldschmidt.
Goles: 1-0, m.7: Fabián; 2-0, m.69: Olmo; 2-1, Amiri (m.88)
Árbitro: Srdjan Jovanovic (SER). Mostró cartulina amarilla a los españoles Vallejo (m.33), Nuñez (m.71) y Sivera (m.83).
Incidencias: Final del Europeo sub-21 de 2019 disputada en el estadio Friuli de Udine ante cerca de 23.232 espectadores.