Para los de Simeone era especialmente importante sumar en este partido ante el Sevilla por tratarse de uno de los que tenía aplazados de las dos primeras jornadas. Con el resto de rivales directos prácticamente ya al día en cuanto a los aplazados, todo lo ganado era doblemente importante para los rojiblancos.
No se puede menospreciar lo hecho por el Atlético. Tras el revés de Copa, tras la suspensión del choque que tenía ante el Athletic, tras no poder entrenarse en grupo en cuatro días, contra un Sevilla que es un equipazo que sabe en todo momento a qué juega… Con todo en contra, el equipo del Cholo sumó tres puntos en uno de esos partidos que cimentan un título. Son cinco puntos de diferencia con el Real Madrid, segundo, con dos partidos menos. Campeón de invierno, con dos partidos menos. Tremendo.
Lo hizo con un partido en el que manejó el tiempo en todo momento. Se adelantó con un gol de Ángel Correa en la primera mitad. Se hizo fuerte en defensa y asestó el golpe definitivo en la segunda parte, en una gran jugada que culminó un Saúl que necesitaba ese gol dedicado a ese bebé que viene en camino.
Una de las cuestiones que quedaban por resolverse en el caso del Atlético, era la del impacto emocional y deportivo que había tenido el enorme desastre de verse eliminado de Copa del Rey por el Cornellà. La respuesta es que el equipo colchonero tuvo un tropiezo, sin más, que sigue fuerte sobre todo en sus partidos de Liga, donde ahora mismo es el mejor, sin peros.
La primera noticia vino desde el propio once que presentó Diego Pablo Simeone. El argentino dejó en el banquillo a Joao Félix, que venía en las últimas semanas con algunas molestias en el tobillo. Apostó por un ataque formado por
La primera fue del Sevilla. Un saque de falta que acabó, tras varios rebotes, con un balón para Rakitic en el que el croata disparó girándose a apenas tres metros de la puerta de Oblak. El remate salió mordido y permitió al meta colchonero atraparlo sin problemas. Más allá de eso volvían al equipo jugadores como Giménez o Trippier, ausentes en las últimas citas por motivos diversos.
El Sevilla salió muy presionante, con la primera linea muy cercana a la defensiva colchonera, tratando de reproducir lo que tan buen éxito le dio ante la Real Sociedad. Sin embargo, el Atlético arriesgaba mucho menos y dentro de que el primer cuarto de hora fue de igualdad, el equipo de Simeone pegó primero.
Una incursión por la banda izquierda del Sevilla, con un pase de Trippier que llegó a Correa en el área. El argentino se dio la vuelta como una exhalación y batió por bajo a Bono. Golazo. Un tanto que abrió abiertamente el intercambio de golpes entre los dos contendientes.
El equipo andaluz rozaba el empate poco después en una jugada con pase entre líneas que dejó a En-Nesyri en un mano a mano con Oblak, en un balón dividido, al que el esloveno se lanzó para llegar antes. El rebote le llegó a Acuña, con el meta ya en el suelo, pero su disparo con la derecha se marchó fuera.
Las siguientes fueron rojiblancas. Ocasión de las que Luis Suárez no suele fallar. De nuevo, Trippier le colocaba un balón a la espalda de la defensa hispalense, y el uruguayo en el mano a mano con Bono la mandaba al cuerpo del portero. Por cierto, bendito regreso del inglés tras la suspensión de la sanción. Se notó muchísimo en términos de profundidad por su banda. A la media hora, de nuevo, Suárez intentaba un disparo desde la frontal que el meta marroquí detenía.
El primer acto acabó con ese equilibrio mencionado. Con un Sevilla al que le costaba mucho poder meter mano a un Atlético que tras el gol, se replegó algo buscando los espacios y la velocidad.
Pugna táctica
La segunda mitad se movió también en esa tónica de un pulso entre dos equipos muy parejos, bien trabajados. Una pugna táctica en al que ambos sabían que no se podía tener un error porque el contrario lo iba a aprovechar.
El Cholo metió en el campo a Joao Félix y Saúl, por Correa y Lemar. Algo más inesperado el cambio del argentino que estaba siendo uno de los mejores rojiblancos. Lopetegui también movió ficha. Dio entrada a Óscar.
El Atlético supo manejarse a la perfección y en el 75’ asestó el golpe definitivo. Triangulación marca de la casa en una banda, con pase largo para Llorente, el madrileño ponía un balón delicioso al borde del área. Saúl levantaba la cabeza y la colocaba a la izquierda de Bono, pegada a la base del poste. Golazo también.
El Sevilla, ya a la desesperada tuvo alguna final, como una clarísimas de En-Nesyri, prácticamente solo en el área colchonera. U otro remate de Rakitic que dio en el palo.