San Marino destrona a Bermudas y se convirtió en el país más pequeño en inscribir su nombre en el palmarés olímpico, tras el bronce de Alessandra Perilli en tiro en los Juegos de Tokio.
La deportista de 33 años terminó tercera en la especialidad de fosa olímpica, ganada por la eslovaca Zuzana Rehak Stefecekova.
Con una población de 34.000 personas, la pequeña república de San Marino, en el centro de Italia, participa desde 1960 en los Juegos Olímpicos, pero nunca se había subido al podio.
Perilli ya estuvo cerca de lograr medalla en Londres-2012, pero fue cuarta.
El martes Bermudas, pequeño archipiélago del Océano Atlántico con menos de 70.000 habitantes, había ganado la primera medalla de oro de su historia, con el triunfo en el triatlón femenino de Flora Duffy, convirtiéndose en el territorio más pequeño en lograr un metal olímpico.
«Estoy muy orgullosa porque hemos trabajado duro para llegar a esto», dijo Perilli, nacida en Italia, en Rimini, pero ciudadana de San Marino desde los 18 años.
«Somos un pequeño país pero estamos muy orgullosos», añadió la tiradora, que forma parte de una pequeña delegación con otros cuatro deportistas.