El Ministerio de Comercio de China publicó hoy en su página web la decisión del Ejecutivo asiático de poner en marcha «medidas para salvaguardar los intereses nacionales, evitar o mitigar los efectos adversos en las empresas y mantener el orden económico internacional normal».
Las bautizadas como Reglas para Contrarrestar la Aplicación de Legislación Extranjera Injustificada se aplicarán en circunstancias de «prohibición o restricción injustificada» a individuos, empresas e instituciones chinas a la hora de llevar a cabo intercambios comerciales, económicos y de otros tipos en terceros países.
Según el portavoz ministerial, Han Liyu, estas medidas «proveerán una base legal para rechazar el reconocimiento y el cumplimiento de las leyes y medidas extranjeras de turno» y proporcionarán «canales de alivio para proteger los legítimos derechos e intereses de las empresas» chinas.
El portavoz apuntó que las autoridades chinas valorarán cada situación individual de las empresas afectadas, que están obligadas a cumplir con estas prohibiciones bajo amenaza de sanción.
Aunque el texto de comercio no menciona específicamente a Estados Unidos, esta normativa llega en un momento de enfrentamiento entre las dos mayores economías del mundo, a raíz de la guerra comercial abierta en marzo de 2018 por el presidente estadounidense saliente, Donald Trump.
Los enfrentamientos de Washington y Pekín se han producido no solo en el terreno comercial, sino también tecnológico o hegemónico en los últimos años.
Además, en ese tiempo EE UU. ha puesto en marcha mecanismos contra la tecnológica Huawei, la aplicación móvil china TikTok o, más recientemente, contra la petrolera estatal Cnooc y la mayor fabricante china de semiconductores, SMIC, por sus supuestos vínculos con el Ejército chino.