El pasado 14 de septiembre, Bill Sr. Gates, padre del fundador de Microsoft Bill Gates, falleció a los 94 años a causa del alzhéimer. El exabogado deja un legado importante como filántropo y activista, rasgos que también su hijo ha incorporado a su vida en los últimos años, y que materializa a través de varios proyectos, como la Fundación Bill y Melinda Gates.
“Para muchos en la comunidad, fue un modelo inspirador, asesor de confianza y amigo leal”, recuerda con cariño Bill Gates. La noticia del fallecimiento de su padre ha afectado de forma profunda al fundador de Microsoft, que ha querido homenajearle repasando en su blog varias lecciones de vida que le han acompañado a lo largo de su carrera.
Un apoyo y amor incondicionales
En primer lugar, Bill Gates destaca el amor y apoyo incondicionales con los que su padre crió a todos sus hijos. “Sabía que su amor y apoyo eran incondicionales, incluso cuando nos enfrentamos en mi adolescencia. Estoy seguro de que esa es una de las razones por las que me sentí cómodo tomando grandes riesgos cuando era joven, como dejar la universidad para comenzar Microsoft con Paul Allen. Sabía que estarían de mi lado incluso si fallaba”, recuerda.
Entre los valores que Bill Gates Sr. inculcó a sus hijos, el fundador de Microsoft recuerda una ética de trabajo firme, que también enseñaba con el ejemplo durante sus años como abogado y líder cívico en Seattle. Además, el respeto y el cuidado por todas las personas son otros de los rasgos que Bill Gates identifica en su padre. “Cuando estoy en mi mejor momento, sé que es por lo que aprendí de mi papá sobre respetar a las mujeres, honrar la individualidad y guiar las decisiones de los niños con amor y respeto”, valora.
Bill Gates padre e hijo, trabajando juntos en su fundación
Asimismo, Gates ha querido poner en valor la importancia de su padre en la construcción de la Fundación Bill y Melinda Gates durante los años 90. La filantropía es uno de sus rasgos más identificativos como emprendedor, algo que también acompañó a su padre durante toda su vida. “Durante mi niñez, él y mi mamá me enseñaron con el ejemplo cómo se veía la generosidad en la forma en que usaban su tiempo y recursos”, recuerda.
Para destacar la importancia del padre de Gates en la Fundación, el emprendedor recurre a una anécdota que ilustra el espíritu de ayuda y trabajo que acompañó al abogado durante toda su vida: “Una noche en la década de 1990, antes de que comenzáramos nuestra fundación, Melinda, papá y yo estábamos haciendo fila en el cine. Melinda y yo estábamos hablando de cómo habíamos recibido más solicitudes de donaciones por correo. Papá simplemente dijo: ‘Tal vez pueda ayudar’”.
“La Fundación Bill y Melinda Gates no sería lo que es hoy sin mi padre. Más que nadie, dio forma a los valores de la fundación. Fue colaborador, juicioso y serio sobre el aprendizaje. Era digno, pero odiaba todo lo que parecía pretencioso”, continúa. “Era excelente para dar un paso atrás y ver el panorama general. Se apresuró a llorar cuando vio a la gente sufriendo en el mundo. Y no dejaría que ninguno de nosotros olvide a las personas detrás de las estrategias que estábamos discutiendo”.
El fallecimiento de Bill Gates Sr. ha supuesto un duro golpe para su hijo, que le recuerda como “todo lo que intento ser”. A juzgar por sus palabras, la influencia del difunto sobre su hijo le ha acompañado durante toda su carrera, ayudándole a convertirse en uno de los emprendedores más exitosos de las últimas décadas.