«Llego a una de las instituciones más importantes del mundo y tenemos mucho trabajo. Me siento lista”, dijo Ngozi, la primera mujer y la primera africana en dirigir la OMC, al llegar muy temprano el lunes a la elegante sede de la organización a orillas del lago Lemán, en Ginebra.
Sin perder un minuto, inauguró una escultura en hielo representando peces, instalada por varias oenegés, junto al embajador colombiano Santiago Wills, presidente de las negociaciones sobre las subvenciones en el sector de la pesca, que están en punto muerto.
“Tenemos realmente el sentimiento de que la sobrepesca, la sobrecapacidad y la pesca ilegal son factores que perjudican a la durabilidad”, declaró, haciendo un llamado para concluir las negociaciones “lo más rápidamente posible”.
También tenía que reunirse con los subdirectores generales, que han pilotado la institución durante los seis meses de vacío de poder, y una parte de sus equipos.
Dos veces ministra de Finanzas y jefa de la diplomacia de Nigeria durante dos meses, Ngozi, de 66 años, reemplaza al brasileño Roberto Azevedo, que dimitió a finales de agosto, un año antes del final de su mandato, por “razones familiares”.
La nueva directora, que trabajó 25 años en el Banco Mundial, fue designada el 15 de febrero por los 164 países miembros de la OMC al final de un largo proceso de selección, paralizado durante meses por el veto a su nombramiento del expresidente estadounidense Donald Trump.
La llegada a la Casa Blanca de Joe Biden, que le dio su apoyo, permitió desatascar el proceso. Ngozi inicia su mandato el primer día de la primera reunión (1-2 de marzo) del año del Consejo General de la OMC, que los miembros de la organización aprovechan para hacer balance de las negociaciones en curso.
En esta ocasión, los delegados decidieron que la próxima Conferencia Ministerial –que fue aplazada por la pandemia de covid-19– se celebre la semana del 29 de noviembre en Ginebra.
Para entonces, la nueva jefa de la OMC, conocida por su fuerte de voluntad y determinación, habrá tenido tiempo de imprimir su huella en la institución.
Aunque algunos esperan que su llegada sea un revulsivo para la organización, otros advierten que no podrá cambiar las cosas radicalmente ya que la organización se rige por la regla del consenso con el que los miembros adoptan sus decisiones.
Prioridad para la pandemia
En plena pandemia, la nueva directora general, que fue presidenta de la Alianza para las Vacunas (Gavi) hasta el año pasado, pidió el lunes, en su primer discurso delante del Consejo General, “dar prioridad a la acción relativa al covid-19”, en un contexto de desacuerdo entre los países a raíz de una exoneración –propuesta por India y Sudáfrica– de los derechos de propiedad intelectual sobre los tratamientos y las vacunas anticovid para aumentar su producción mundial.
La cuestión será debatida estos dos próximos días en la OMC, pero no se prevé ninguna decisión por falta de consenso.
El Grupo de Ottawa, que reúne a la UE y a 12 países, entre ellos Brasil, Canadá y Suiza, pedirá por su parte que los países se comprometan, durante la pandemia, a no obstaculizar el comercio médico y supriman los aranceles a los bienes considerados esenciales.
Delante de una sala casi vacía, debido a las consignas sanitarias, Ngozi también indicó que su otra prioridad será “terminar las negociaciones sobre las subvenciones a la pesca antes de mediados de año”.
En pleno marasmo económico mundial causado por la pandemia, otros desafíos esperan a la nueva responsable, entre ellos desactivar los conflictos que enfrentan a la organización con Estados Unidos.
Y es que asume la jefatura de una institución que fue torpedeada sobre todo por la administración de Trump, que era abiertamente hostil a la organización e incluso llegó a bloquear el funcionamiento del órgano de solución de conflictos.
El lunes, Ngozi instó a los miembros de la OMC a establecer “una hoja de ruta para la reforma del sistema de solución de diferendos” y a preparar un programa de trabajo sobre este tema.
Ante tantas tareas, “el tiempo apremia”, advirtió y propuso reunirse con los delegados “individualmente y en grupo” a partir de esta semana.