Guinea Ecuatorial impulsa un nuevo régimen tributario para formalizar los pequeños negocios y reforzar la recaudación no petrolera. El país lleva tiempo moviendo ficha para incorporar al sector informal a la economía formal. Ya en diciembre de 2021, mediante el Decreto 163/2021, el Gobierno creó la OFIVEGE, con el objetivo de recaudar, registrar y dar trazabilidad al parque móvil del país. Fue un primer paso claro: ordenar y fiscalizar un sector masivo, pero históricamente invisible.
Ahora, en 2025, inspirados en OFIVEGE, el foco se traslada a los pequeños negocios. Con el petróleo en horas bajas y su recaudación en descenso, el Ejecutivo ha puesto en marcha una de las medidas más ambiciosas en materia fiscal de los últimos años: la Patente Tributaria Única Anual para actividades menores. Esta semana, el Gobierno aprobó la Orden Núm. 1/2025, por la que se establece este nuevo sistema de tributación para negocios como abacerías, peluquerías, talleres, farmacias pequeñas y otras microempresas. Se trata de un único pago anual cuya cuantía dependerá de la ubicación y el tipo de actividad, con una rebaja del 40% si el titular se registra en la Ventanilla Única Empresarial antes del 31 de mayo.
La medida llega en un momento crítico. Según el Fondo Monetario Internacional, la producción de hidrocarburos caerá un 32% adicional para 2029, el Banco Mundial lo ha advertido: el país necesita reformas para depender menos del petróleo y fortalecer su economía interna e INEGE por su lado, informa que, en 2023, la economía se contrajo un 5,8%, arrastrada por un descenso del 16,5% en el sector petrolero.
El Estado mira al comerciante: primero convencer, luego recaudar
Lo novedoso no es tanto la tasa, sino cómo se plantea. El Decreto da un plazo excepcional hasta el 31 de mayo para pagar voluntariamente y promete que inscribirse en el sistema será gratis. Se trata de una ‘apuesta por cambiar el enfoque fiscal: pasar de perseguir a integrar’. No en vano, el propio FMI ha señalado que Guinea Ecuatorial tiene uno de los niveles más bajos de recaudación no petrolera de África Central e integrar al pequeño comercio podría cambiar esa tendencia, si se hace con inteligencia.
Un precedente en África: ¿puede funcionar?
No es la primera vez que se lanza una medida de este tipo. Camerún, Ghana, Ruanda y Senegal han hecho apuestas similares. Algunos optaron por tasas fijas con sello visible, como en Ghana; otros combinaron formalización con incentivos, como en Ruanda, donde incluso se abrieron cuentas bancarias para pequeños comerciantes con régimen fiscal preferente. El resultado fue mixto: mayor formalización y algo más de ingresos, pero también resistencia inicial y necesidad de ajustes.
¿Y ahora qué?
El verdadero reto será la implementación. El Gobierno ha encargado a varios ministerios la tarea de hacer que la Patente Única Anual funcione. Pero, el éxito dependerá de varios factores: la transparencia en la gestión, la claridad de las tarifas y, sobre todo, la honradez y profesionalidad de los funcionarios. Cualquier práctica arbitraria o desviación en la gestión podría minar la confianza en el sistema y convertir una medida prometedora en una fuente de conflicto público.
Para que esta reforma tenga aceptación y resultados sostenibles, tanto el Gobierno central como los gobiernos locales deben ofrecer algo a cambio. No se trata solo de cobrar, sino de construir un pacto. Por ejemplo, podrían establecerse mecanismos de acceso a microcréditos preferenciales para negocios registrados, ofrecer formación gratuita, garantizar protección legal frente a desalojos arbitrarios. Asimismo, las autoridades locales podrían mejorar la infraestructura de mercados, y facilitar espacios seguros y dignos para el ejercicio de las actividades económicas. Formalizar debe ser una puerta al desarrollo, no solo una carga fiscal, puesto que, si el comerciante percibe beneficios claros, la formalización no solo será aceptada, sino buscada.
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