El Gobierno de Noruega ha recomendado al fondo soberano del país no invertir en empresas dedicadas a la exploración y producción de hidrocarburos y salir de manera gradual del capital de aquellas en las que participa para reducir la exposición al mercado del petróleo.
«El objetivo es reducir la vulnerabilidad de nuestro bienestar común a un descenso permanente de los precios del petróleo», ha anunciado la ministra de Finanzas de Noruega, Siv Jensen, subrayando que resulta más adecuado para este fin «vender empresas que exploran y producen petróleo y gas» que desprenderse de un sector energético diversificado, dejando así fuera de esta purga a las compañías energéticas integradas.
De este modo, las empresas de exploración y producción de hidrocarburos, según la clasificación del proveedor de índices FTSE Russell, serán excluidas del universo de inversión del fondo soberano noruego, que desinvertirá de estas empresas «gradualmente».
El fondo soberano, que invierte en el exterior los ingresos del país procedentes del gas y el petróleo y está gestionado por Norges Bank Investment Management (NBIM), entidad adscrita al banco central noruego, cuenta con inversiones en 341 empresas dentro del sector del petróleo y el gas, cuyo importe agregado alcanza los 37.042 millones de dólares (33.028 millones de euros), incluyendo una participación del 1,5% en Repsol, además de un 1,96% en Siemens Gamesa y un 2,57% en Técnicas Reunidas, según los datos de la entidad escandinava.
El Ministerio de Finanzas de Noruega ha subrayado que esta recomendación a los gestores del vehículo inversor, que aún debe ser ratificada por el Parlamento, «no refleja ninguna opinión específica sobre el precio del crudo, la futura rentabilidad o sostenibilidad del sector petrolero».
En este sentido, el Gobierno noruego ha señalado la importancia de esta industria para el país, subrayando que no tiene intención de desprenderse de sus acciones en la entidad gestora de las licencias de exploración y producción de hidrocarburos en la plataforma noruega, State’s Direct Financial Interest (SDFI), ni en la petrolera estatal Equinor, antigua Statoil.
Asimismo, el Ministerio noruego ha destacado que el sector energético comprende empresas integradas con actividades a lo largo de toda la cadena de valor, así como actores puros en energías renovables, añadiendo que se prevé que casi todo el crecimiento de energía renovable cotizada en la próxima década esté protagonizado por empresas para las que las renovables no son su negocio principal. «El fondo debería poder participar en este crecimiento», ha añadido Siv Jensen.