El precio del petróleo Brent, de referencia para Europa, ha superado este viernes el umbral de los 85 dólares por barril, niveles que no alcanzaba desde 2018, lo que alimenta los temores sobre la inflación. Los analistas señalan que el aumento de los precios del gas y el carbón fomentan el desplazamiento hacia los productos petroleros. Tanto el crudo europeo como estadounidense avanzan en torno al 2% durante esta semana.
No obstante, tras la apertura de los mercados del Viejo Continente, el precio del barril de petróleo Brent se relajaba ligeramente hasta los 84,66 dólares, un 0,80% por encima del nivel al cierre del jueves. En el caso del crudo West Texas Intermediate (WTI), de referencia para Estados Unidos, el barril llegaba a cotizar en 82,30 dólares, alcanzando máximos desde octubre de 2014, aunque posteriormente cedía parcialmente y cotizaba en 81,98 dólares.
“Los precios del petróleo avanzan, con ganancias superiores al 2% en el conjunto de la semana, debido a los crecientes indicios de una fuerte demanda y una oferta más ajustada en los próximos meses, con el aumento de los precios del gas y el carbón fomentando el desplazamiento hacia productos petroleros”, destacan desde IG.
En la misma línea, Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, subraya que “el despegue del gas natural y el carbón está alimentando el aumento de los precios del petróleo, debido a que los usuarios buscan sustitutivos de los combustibles fósiles a menor precio”.
“La recuperación económica mundial está impulsando la demanda energética. La cautela en relación con el suministro de la OPEP, combinada con la inversión insuficiente en la industria, está experimentando una reducción de la oferta. La actividad de perforación de Estados Unidos es un 75% menor que en 2014, la última vez que el petróleo estaba a 80 dólares el barril”, añade.
Ese repunte de la inflación impulsó los precios de producción industrial de EEUU un 8,6% en septiembre respecto del mismo mes de 2020, lo que representa la mayor subida interanual de la inflación mayorista desde que en 2010 comenzaron a recopilarse datos anuales. El fuerte aumento de los precios de producción se suma al brusco repunte de la inflación al consumidor, que en septiembre alcanzó el 5,4 por ciento, una décima por encima de la lectura del mes anterior y repitiendo así máximos desde 2008, como ya sucediera en los meses de junio y julio.
Las presiones inflacionistas también se han notado en China, donde la inflación del sector mayorista alcanzaba el 10,7% interanual, después del alza del 9,5% del mes anterior, lo que representa el mayor incremento de la inflación mayorista de toda la serie histórica, que se remonta a 1995, según informó la Oficina Nacional de Estadística (ONE).