El Fondo Monetario Internacional (FMI) afirma que los exportadores de petróleo del África subsahariana deben procurar mantener ahorros «para gestionar las grandes fluctuaciones de los precios del petróleo».
El Fondo Monetario Internacional aconseja a los países africanos productores de petróleo, como Angola y Guinea Ecuatorial, que reserven entre el 5% y el 10% de su Producto Interior Bruto (PIB) para gestionar las fluctuaciones de los precios.
«Los exportadores de petróleo del África subsahariana deberían tratar de mantener un ahorro de entre el 5% y el 10% del PIB para gestionar las grandes fluctuaciones de los precios del petróleo», escribe el FMI en un artículo de opinión, en el que señala que «esto significa que necesitan mantener superávits presupuestarios de hasta el 1% del PIB al año durante un máximo de 10 años».
En el artículo de opinión firmado por los economistas del departamento africano Hany Abdel-Latif, Henry Rawlings, Ivanova Reyes y Qianqian Zhang se recuerda que los precios del petróleo en los mercados internacionales han oscilado entre los 23 dólares por barril y más de 120 dólares en los dos últimos años, «lo que ha provocado una gran incertidumbre sobre los ingresos petroleros en las economías dependientes de esta materia prima».
Sin embargo, advierten, «la mayoría de los exportadores de petróleo de la región no han acumulado ahorros suficientes para protegerse de la imprevisibilidad de los precios del petróleo», lo que se agrava por el hecho de que en el África subsahariana los fondos soberanos sólo poseen reservas por valor del 1,8% del PIB, frente al 72% que poseen fondos similares en Oriente Medio y el Norte de África, «lo que obliga a los países a endeudarse o reducir sus activos financieros cuando caen los precios».
Así pues, concluyen, el resultado es que, debido a estas carencias, «los países productores de petróleo de la región han crecido 2 puntos porcentuales menos al año que otros países, con unos costes del servicio de la deuda que casi duplican los de otros países del África subsahariana».
En el artículo, los economistas del departamento africano también dejan una advertencia sobre la transición energética hacia fuentes menos contaminantes: «para 2030, los ingresos del petróleo en la región podrían caer un 25% y para 2050 podrían reducirse a la mitad, por lo que crear ahora “colchones financieros” ayudaría a los exportadores a entrar en la transición energética y gestionar al mismo tiempo las fluctuaciones de precios».