Yoshiro Mori, de 83 años, desató una tormenta en las redes sociales tanto en casa como en el extranjero esta semana al decir que las mujeres hablaban demasiado, en declaraciones hechas en una reunión con el Comité Olímpico de Japón (JOC). Más tarde se retractó de los comentarios y se disculpó, pero se negó a renunciar.
El incidente ha arrojado otra sombra oscura sobre los Juegos, pospuestos un año debido a la pandemia de coronavirus, con solo unos meses antes de la ceremonia de apertura.
El Comité Olímpico Internacional (COI) dijo el jueves que la disculpa de Mori había resuelto el problema, pero las críticas al ex primer ministro octogenario solo han crecido este viernes.
“La misión de la metrópoli y del comité organizador es preparar unos Juegos seguros y protegidos, y nos enfrentamos a un problema importante”, ha dicho hace unas horas la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike.
Dice que había escuchado que el gobierno de Tokio estaba recibiendo llamadas de quejas de residentes de la ciudad.
«Yo misma me quedé sin palabras por sus comentarios, que no deberían haberse hecho».
Luego ha señalado que Mori había llamado y se había disculpado directamente. Pero eludió las preguntas sobre si pensaba que él estaba calificado para el trabajo.
«El COI es una gran organización que está llena de historia y requiere mucha negociación, y en ese sentido, la cuestión de quién está calificado para el puesto más alto requiere una decisión del comité organizador de Tokio 2020», ha dicho.
La ira por los comentarios de Mori probablemente alienará aún más a un público japonés que desconfía de los intentos del gobierno de celebrar los Juegos durante la pandemia. Casi el 80% del público se opone a la celebración de los Juegos en julio, según la encuesta más reciente.
El primer ministro Yoshihide Suga dijo que no tenía autoridad para exigir la renuncia de Mori, informó la agencia de noticias Jiji.
Yasuhiro Yamashita, director de la JOC, dijo que los comentarios de Mori iban en contra del espíritu olímpico y eran inapropiados, según se hizo eco de los ministros del gabinete.
Los atletas japoneses enojados y frustrados, activistas y mujeres comunes ven los comentarios de Mori como una clara señal de que la igualdad de género en los deportes japoneses, y la sociedad en su conjunto, sigue siendo un sueño lejano.