El director general de la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres (NDRF), Satya Narayan Pradhan, ha indicado a través de su cuenta en la red social Twitter que 31 cadáveres han sido identificados y ha recalcado que «la búsqueda continúa en condiciones duras».
La mayoría de cuerpos han sido hallados en un túnel donde se encontraban varios trabajadores de una central hidroeléctrica del distrito de Chamoli, en el estado de Utarajand, que acabó inundada por la crecida tras el desprendimiento.
Sin embargo, un fiscal indio ha defendido este mismo miércoles en representación del Ministerio de Defensa que no hay relación alguna entre el proyecto de construcción de una carretera en la zona de la central y el desprendimiento del glaciar, según ha informado la cadena de televisión india NDTV.
El suceso se produjo el 7 de febrero en el distrito de Chamoli, en el Himalaya, que provocó el desbordamiento de los ríos Alaknanda y Dhauliganga y las consecuentes riadas. Debido al fuerte impacto causado, las autoridades han repartido unos cien kits de alimentos en las zonas afectadas por el incidente, en las que habitan unas 2.500 personas.