El Ministerio de Salud de Uganda ha confirmado un brote de la enfermedad infecciosa poliomielitis, después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara África y al propio país libre de la enfermedad en agosto de 2020.
En un comunicado, la cartera de Salud ha detallado que se han analizado en laboratorio muestras tomadas en la capital del país, Kampala. Los resultados muestran la presencia de una mutación genéticamente vinculada a una variante hallada en Sudán.
A pesar de la declaración de la OMS, la polio ha resurgido como una variante derivada de la vacunación contra la enfermedad, según matiza el ministerio ugandés, que ha señalado que afecta a niños en comunidades que no cuentan con niveles de inmunidad suficientes. En los últimos doce meses, más de 19 países africanos han declarado brotes de polio de esta variante. El Ministerio de Salud ha achacado el brote a los esfuerzos de mitigación de la pandemia de COVID-19, gracias a la que se han visto afectados «considerablemente» servicios de salud esenciales en Uganda, lo que ha conllevado que se vacune a menos niños contra enfermedades prevenibles. «Esta desaceleración ha llevado a una resurgencia de la polio global, incluido Uganda», ha lamentado.
De forma paralela, apunta a los «incesantes» desplazamientos fronterizos entre Uganda y sus países vecinos en el Cuerno de África, que «plantean un riesgo de importación de la polio» al país.
En respuesta al brote, el Ministerio de Salud ha dispuesto una búsqueda «intensa» de casos de polio en instalaciones sanitarios y la evaluación de todos los niños menores de 15 años que muestren síntomas de la enfermedad.Además, la cartera pondrá en marcha una campaña de inmunización contra la polio entre octubre y diciembre, durante la cual trabajadores sanitarios irán casa por casa y vacunarán a los niños de cinco años y menores contra la enfermedad. Por último, han alentado a los padres y tutores de los niños ugandeses a comprometerse con el calendario de vacunación de estos.
La polio es una enfermedad muy contagiosa que afecta sobre todo a los menores de cinco años. El virus invade el sistema nervioso y puede causar parálisis en cuestión de horas.
Según la OMS, se transmite de persona a persona, principalmente por vía fecal-oral o, con menos frecuencia, a través de un vehículo común, como el agua o los alimentos contaminados, y se multiplica en el intestino.
Los síntomas iniciales son fiebre, cansancio, cefalea, vómitos, rigidez del cuello y dolores en los miembros. Una de cada 200 infecciones produce una parálisis irreversible generalmente de las piernas y entre un 5 por ciento y 10 por ciento de estos casos fallecen por parálisis de los músculos respiratorios.