A finales de julio, Turquía y Naciones Unidas lograron mediar un acuerdo entre Kiev y Moscú para permitir el tráfico marítimo en esa zona a fin de exportar todo el grano que Ucrania mantenía almacenado y del que dependen una gran parte de países en desarrollo de Asia, África y Oriente Próximo para llenar sus despensas.
La entrega de millones de toneladas de cereales había quedado suspendida desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero. Kiev, ante el temor de mayores acometidas, había minado los accesos a sus puertos en el mar Negro.
Ahora, antes de partir rumbo a su destino, los buques deben someterse a la inspección de un equipo internacional cuyo centro de operaciones se encuentra en Estambul, y que se prevé que este sábado sea visitado por el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres.
Esa visita cierra el plan de viaje de estos días de Guterres, quien el miércoles llegó a Ucrania para reunirse este jueves en Leópolis con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski y el turco, Recep Tayyip Erdogan.