Esta idea de abandonar el dólar estadounidense como moneda de cambio, para el comercio de petróleo en Nigeria no es sólo una noción transitoria, más bien es una estrategia premeditada, cuya intención es reforzar la autonomía económica del país. Se trata de una estrategia audaz, pero compleja, dado que sugiere un cambio del habitual comercio de petróleo crudo en dólares, a transacciones en Naira, la moneda local de Nigeria.
El argumento del país africano tiene origen desde una perspectiva más amplia donde Nigeria, a través de la promoción de su moneda local como medio de pago de su petróleo, tiene el potencial de inspirar una transformación en la dinámica del comercio mundial. Esta acción se está considerando como un medio, para lograr un aumento del predominio de las monedas locales en el comercio internacional.
Pues, una disminución significativa de liquidez del dólar ha provocado que la moneda local de Nigeria alcance mínimos históricos en relación al dólar estadounidense. Un escenario que se ha agravado por los menores volúmenes comerciales producidos en el mercado cambiario oficial, y con un Banco Central de Nigeria agresivo frente a estos problemas; tomando medidas con el objetivo de aumentar la liquidez del mercado en dólares y estabilizar el Naira.
Nigeria también ha mostrado su interés por unirse a los BRICS, para reforzar su influencia económica y política. Si finalmente presenta su candidatura en 2025, su membresía efectiva comenzaría el 1 de enero de 2026 y con esta adhesión, los BRICS tendrían Estados miembros en todos los puntos cardinales de África, y pasarían de los cinco países iniciales (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) a integrar más países con gran potencial de crecimiento económico.