Yoon Suk Yeol se ha convertido este miércoles en primer presidente de Corea del Sur en ser arrestado, después de que finalmente haya dado marcha atrás en un enfrentamiento que duró semanas con las autoridades que lo investigan por presunto delito de insurrección. El político de 64 años había accedido a declarar ante la agencia estatal anticorrupción, que lo investiga, según dijo uno de sus abogados, poco antes de su detención. «El Presidente Yoon ha decidido presentarse personalmente en la Oficina de Investigación de Corrupción para Altos Funcionarios (COI) este miércoles», dijo su Abogado, Seok Dong-Hyeon.
Antes del amanecer, más de 3.000 policías e investigadores anticorrupción habían rodeado la casa del mandatario. Sin embargo, tuvieron que hacerlo abriéndose paso entre muchos de sus simpatizantes y miembros de su partido político. Horas antes a su detención, la situación se había vuelto tensa frente a su residencia, con enfrentamientos entre seguidores de Yoon y los policías; algunas peleas menores llegaron a dejar puñetazos cruzados entre sus simpatizantes y los agentes de la ley que habían acudido sin armas de fuego para evitar enfrentamientos mayores o víctimas mortales.
El 3 de diciembre, Yoon sorprendió a la nación asiática con su declaración de la Ley Marcial, haciendo que el mundo centrara su atención en el país y llevándolo a la incertidumbre, aunque esta se zanjó rápidamente, cuando los legisladores votaron por revocar la declaratoria de ley marcial y así anularon la medida.
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