Rusesabagina afirmó el 18 de febrero durante la apertura del juicio que no era ciudadano ruandés debido a que renunció a su nacionalidad tras llegar a Bélgica para pedir asilo, si bien el tribunal ha manifestado que no lo hizo a través de los canales legales.
En respuesta, el abogado de Rusesabagina, Gatera Gashabana, ha anunciado que presentará una apelación contra esta decisión, mientras que el tribunal ha aplazado las vistas hasta el 3 de marzo, según ha informado el portal de noticias Umuseke.
Rusesabagina defendió durante la apertura del juicio que el tribunal no tiene autoridad para juzgarle debido a que es ciudadano belga. «No soy ruandés, soy un rehén belga. Fui secuestrado y ahora estoy siendo retenido», manifestó.
Por su parte, Callixte Nsabimana, otro de los acusados en el juicio, ha criticado a Rusesabagina por decir que no es ruandés. «Le conozco bien. Fui su vicepresidente (en el Movimiento Ruandés para el Cambio Democrático). ¿Cómo puede decir que no es ruandés cuando al lanzarse el grupo rebelde –el Frente de Liberación Nacional (FLN)– su objetivo era ser presidente de Ruanda?», ha dicho.
El propio Rusesabagina reconoció a finales de septiembre sus lazos con el FLN, si bien esgrimió que su papel era únicamente de carácter «diplomático». Así, dijo que el MRDC creó el FLN «como un brazo armado, no como un grupo terrorista como afirma el fiscal». «No niego que el FLN cometió crímenes, pero mi papel era la diplomacia», destacó.
Durante la jornada del jueves, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, desveló que Washington «mantiene contactos al más alto nivel» con las autoridades ruandesas, «tanto en Washington como en Kigali», en torno al caso contra Rusesabagina.
Así, resaltó que los procedimientos contra Rusesabagina «deben ser justos, deben ser transparentes y deben reflejar el Estado de Derecho». «Deben ser consistentes con las obligaciones y compromisos internacionales de Ruanda con los Derechos Humanos», añadió, sin responder a una pregunta sobre si debería ser liberado.
Rusesabagina es mundialmente conocido después de que su historia quedara recogida en la película ‘Hotel Ruanda’. Como gerente en funciones del hotel Mille Collines, en Kigali, consiguió proteger dentro del establecimiento a más de 1.200 tutsis y hutus moderados durante el genocidio de 1994 –en el que fueron masacrados cerca de 800.000 tutsis y hutus moderados– aprovechando sus contactos.