El Gobierno regional y los residentes en las áreas afectadas culpan a los miembros del Ejército de Liberación de Oromo (OLA), brazo armado del Frente de Liberación Oromo (OLF), que ha rechazado toda responsabilidad.
El comisionado adjunto de la Comisión de Policía, Getachew Etana, ha confirmado la muerte de cerca de una treintena personas en el ataque a una iglesia de Dabos Kebele y de otra veintena en Jaret Jargeda Horo Dadi.
Sin embargo, el OLA ha desmentido toda implicación. «Una vez más pedimos a la gente que hable con los residentes para quien les diga quién está de verdad tras estos ataques», ha hecho saber el grupo en un comunicado recogido por el ‘Addis Standard’, El portavoz del frente, Odaa Tarbii, ha asegurado que hay un «tercer actor» implicado, sin dar más detalles.
El líder del OLF –una organización considerada como terrorista hasta 2018–, Dawud Isa, regresó en septiembre de 2018 de su exilio junto a varios dirigentes más en el marco del proceso de reconciliación abierto tras la llegada al poder del primer ministro, Abiy Ahmed, en abril de ese año.
El OLF estuvo luchando durante décadas por la secesión de la región de Oromía, pero el pasado agosto anunció que renunciaba a la lucha armada, aceptando la oferta de amnistía del primer ministro. Los oromos son la etnia mayoritaria en Etiopía pero tradicionalmente habían estado marginados del poder.
Esta situación provocó violentas protestas en los años previos a 2018 que dejaron cientos de muertos y que en último término fueron uno de los motivos de la dimisión de Hailemariam Desalegn en febrero de 2018. Abiy es el primer jefe de Gobierno oromo que tiene el país.